El cuarteto de jazz canadiense, BadBadNotGood llegó por primera vez a Guadalajara para exponer esta nueva corriente y conquistar al público tapatío.
Dos noches bastaron, – cabe mencionar que ambas fueron sold out – , para que BadBadNotGood robara el alma del público asistente, y llenarlo con esta fresca propuesta con marcadas influencias de rap, hip hop y en ocasiones un toque de rock.
Texto y fotografías de: Carlos Rojo, @zaudare
Desde el momento que llegamos al recinto, los amigos del Conjunto Santander se encargaron de buena manera de prepararnos para lo que sería una noche memorable con BadBadNotGood. Antes de iniciar al foro instalaron una barra que junto con una excelente selección musical y la iluminación a media luz iban preparando los ánimos.
La sala 3, la sala de BadBadNotGood
La cita sería en la sala número tres. Este espacio enfocado más hacia los proyectos experimentales y que según la apreciación de varios colegas, se puede volver un punto importante para conciertos de esta índole. Al ingresar, lo primero que saltó a la vista fue lo camaleónico que puede ser este espacio. Las butacas habían sido removidas por completo y al fondo habían instalado el escenario. A través de una iluminación ligeramente cargada hacia los tonos fríos, llenaron este espacio de una manera muy interesante para generar una atmósfera bastante especial.
Minutos antes de las diez, fueron apareciendo en el escenario cada uno de los integrantes. Sowinski, Hansen, Tavares y Whitty emergieron de la oscuridad para adueñarse de su espacio y de sus instrumentos. Bastó con el primer sonido de la batería para que el público estallara en gritos. Durante casi dos horas de concierto, fueron desfilando muchos de sus grandes éxitos de BadBadNotGood. Sowinski detrás de las percusiones, hacía las veces de frontman y para sorpresa de muchos, durante todo el concierto mantuvo mucho contacto con la audiencia, haciéndolos partícipes de este pequeño viaje. “Hay que expresarnos, hay que manifestar lo que sucede en nuestras mentes, nuestras manos, nuestra voz, nuestro cuerpo”, eran las palabras que Alexander compartía con el público que en todo momento mantuvo la energía para brincar, bailar y animar a la banda.
Los destacados de la noche
Dentro del concierto de BadBadNotGood hubo dos momentos bastante peculiares. El primero fue casi a la mitad, cuando durante una de las melodías, se escuchaban ligeros golpecitos sincopados de la batería, en ese momento sucedió algo que nunca había visto y fue el silencio total de la audiencia y la atención completa a la banda. El segundo momento fue casi al final de la noche cuando Alexander le pidió al público que fueran bajando poco a poco hasta tocar el suelo. Lo que culminaría con un brincoteo y estallido total del público al compás con el redoble de la batería.
Fue una noche sin precedentes. Donde se conjugaron muchos factores para lograr de éste, un concierto memorable. BadBadNotGood, una banda que llegó a Guadalajara en un momento bastante importante en su carrera nos hizo comprender porque son de los músicos que lideran la escena internacional en la actualidad. Y por supuesto, el Conjunto Santander que se comportó a la altura para exaltar las cualidades de la misma. Noches como está, nunca le sobrarán a Guadalajara.
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