Mis primeros tres libros, escritos a mano tuvieron lectores bastante críticos.
Desde muy joven encontré en escribir a mano un espacio para mis piensos. Fui una chica que mantenía un diario.
El primer diario, que de hecho aun lo tengo, lo comencé a eso de los 8-9 años. Fue un “diario” de verdad, en ese entonces en los cumpleaños todavía te regalaban ese tipo de cosas, con hojas decoradas de un personaje popular de la época, con aroma, candado y por supuesto… rosa.
Después pase a los cuadernos. Normalmente tomaba alguno de alguna materia que no fue utilizado del todo y que al final del año estaba prácticamente libre. Escribía piensos, o las historias de mis días. Lo que me pasaba y lo que me decían mis amigos. Cuando los vuelvo a leer pienso que solía ser muy intensa. Me clavaba demasiado en los dramas adolescentes de lo que me pasaba y en una buena parte son más chismografos que otra cosa.
Como dato curioso, hay un periodo de mi vida en ese entonces en el que también lo dediqué a la correspondencia con un amigo. Dichas cartas que además de ser un largo texto de lo que pasaba y sentía, también están diseñadas y decoradas.
Los de adolescencia universitaria son los más dramáticos. Es evidente que es una mezcla entre mi valentía de venir a estudiar a otra ciudad, el no goce de no tener papas vigilando, y al mismo tiempo sentir que me hacía falta mi familia. Por lo menos para irte a dormir pensando que todo está bien. No es que anduviera algo mal, pero estar en el nido siempre le ayuda a uno cuando está estropeado, el abrazo de tu mamá cuando… la tarea te la calificaron meh. (Ya les dije, mucho drama, soy creativo!).
De escribir a mano a escribir en línea
Pase a lo digital en el último año de la universidad. Dado que cuando estuve de intercambio, quería poder compartir mis peripecias en otro país, y la forma más fácil de hacerlo era a través de un blog de viaje, ya que no existían las rede sociales. Solo estaba el extinto MySpace, y digamos que había límite para lo que uno podía compartir.
Cuando terminó el periodo de viaje, mi blog de ese momento no funcionaba para darle continuidad a mis textos, así que me moví a otro blogspot, y empecé a escribir un Diario Público bajo un seudónimo del cual pocos se acuerdan. (Y así lo vamos a dejar).
Ahora ya no escribo más diarios, aunque mi block de notas de Lunes, ¡en tacones! parece diario. Volqué mi creatividad y desahogo en escribir contenido para KäVolta y para esta columna. Pero románticamente recuerdo y de vez en cuando agarro una pluma para escribir a mano. | #LunesEnTacones de Ana Volta, #KaVolta 🖤