Este escrito lo tuve en mente antes de tener mi primera cita por medio de Tinder, y mi pregunta era: ¿que pasaría después de conocerlo?
Llegué a Tinder por curiosidad, ya que estoy en una etapa de re-aprendizaje y experimentación personal, incluído el conocer todo tipo de personas y tener la menor expectativa y/o prejuicio; por lo tanto Tinder era/es como un ejercicio para romper ciertas conductas mías y crear otras (y creo que así fue); aunque hallar algo formal no esta descartado, es otra de las posibilidades, escasa pero puede pasar.
Tinder es….
Es una aplicación no propiamente de citas, sino algo mas espontáneo y más cercano a como realmente nos sentimos atraídos acá afuera: el físico y un poco por el “estilo de vida”. Hay pocos parámetros de búsqueda: edad, distancia y sexo. Eso sí, hay un limite de kilómetros a la redonda para buscar y si quieres rebasar esos kilómetros contratas el plus y pues cuesta lana. Bueno, la aplicación te va presentando fotos basadas en tus filtros y solo hay de dos sopas o le das “me gusta” o “paso” al prospecto. Si dos personas en algún punto de su búsqueda se dan “me gusta” mutuamente entonces hacen “match” y entonces los dos pueden ya mensajearse, antes no. Y si das un “me gusta” y el otro no lo hace, esa persona jamás se enterara que lo hiciste, solo hay notificación cuando ambos se “gustaron” <3.
Mi experiencia.
Llevo o llevaba alrededor de tres meses en Tinder; al principio, los primeros tres días jajaja, era emocionante ver cuantos matches tuve en el día (más de los que esperaba) y pues nada más. Un ejemplo por cada 10 matches 4-5 iniciaron plática. Llegó un punto de no poder llevar el hilo con todos y aparte reiniciar con cada nuevo match una nueva conversación era poco motivante ya que algunos eran planos en sus conversaciones. Fueron pocos los que trasladé a mi whatsapp y/o Facebook, y citas, al momento, solo tuve una.
Sí rompí creencias, de repente sentí mucha atención de desconocidos y no era normal para mí (aunque vi algunos amigos en Tinder e hicimos match jajajaja), no dejé que eso me limitara por que todos por alguna razón en común estamos allí: algo queremos encontrar; no todos lo mismo, otros sí.
Después de mi primera cita/salida con alguien que conocí en Tinder, la cual fue genial y el chico aun más, me di cuenta que todo se extrae para colocarlo al “mundo real”. La interacción es uno a uno y como todo tipo de interaccion interpersonal para que fluya bien se necesitan de los elementos básicos: química, empatía, temas en común e intereses, e inclusive interés de uno hacia el otro; y es allí donde Tinder termina de hacer su chamba. En ese momento soy YO (con todo lo implícito) para conocer al otro y de los dos depende a donde quieren dirigir ese acercamiento.
Por el momento borré mi cuenta, ya entraba poco y era algo desgastante tener que interactuar con varios a la vez (mensajes). No dudo, no lo sé, que vuelva a Tinder para conocer personas de vez en cuando mientras no tenga pareja; tal vez se puede hallar algo formal o informal o simplemente nada. Después de esta experiencia me di cuenta que lo que quiero acá afuera, un compañero de vivencias, “quizá” también lo busqué en Tinder, sin embargo la finalidad era conocer (aunque sea solo por chat) otro tipo de personas y así fue y ayudó a mi forma de interactuar con los demás. Lo seguiré haciendo, con esto me refiero a conocer diversidades: formas de pensar, estilos de vida y personas, no solo en el ámbito del flirteo, aunque no sea vía Tinder.
Todo es posible y vale la pena experimentar con sus debidas precauciones, SÍ TIENE QUE HABER STALKEO si no l@ conoces ni tienes amigos en común. Si vas a usar Tinder por primera vez ten claro que buscas y que no todos buscan lo mismo, conoce y ve que pasa.
Extra: Llegué al punto de especificar en mi perfil que no quería FREES jajaja (por aquello si buscaban algo que yo no buscaba).
P.D. Quizá en Campus Party lo reactive.