El pueblo yahualicense defenderá y dirá que el mejor chile de árbol es el que se da en sus regiones, dirán también que“el único chile de árbol es el que se da allí, y es por ello que buscan la denominación de origen
Yahualica González de Gallo es un municipio de la región Altos Sur del estado de Jalisco. Un lugar de muchas costumbres muy mexicanas que tratan de ser conservadas cada generación; una de ellas es la de la producción de chile de árbol.
El chile es para Yahualica lo que el tequila es para Tequila. Es más que un chile, es un hábito integrado en la alimentación de los hogares de este hermoso pueblo. No exagero con esto, pues hay muchas maneras en las que le dan uso a este chile; en esta región cada platillo tiene una pizca del sabor del rojo.
Mis familias paterna y materna son de ahí, crecí con este sabor desde pequeña, pues cada familia de Yahualica fomenta desde la niñez la costumbre y la necesidad por tener este ingrediente en la mesa.
El amor por este ingrediente no es meramente gastronómico, es el amor por la tierra donde nace, por todos los momentos en familia en que la salsa de Yahualica ha sido parte del menú.
Se pueden hacer varias recetas con este chile, pero la forma más común de consumo entre los yahualicenses es en salsa embotellada y seco.
La salsa embotellada se puede comer con casi todo. La más tradicional es echarla sobre un duro (chicharrón de harina) del tamaño de una hoja tamaño carta, junto con papas en vinagre, sal y limón.
También se disfruta en caldos, en los tacos dorados y en la reconocida birria.
La otra forma es que el chile ya seco se utiliza para hacer chorizo y adobos.
Hasta hace algunos años no se le había dado la difusión, ni el reconocimiento que se merecía a esta tradición jalisciense, pues este chile no solo está en los hogares de tan colorido pueblo, también se exporta a otros estados, incluso a algunas partes de Estados Unidos, como el estado de California, donde una gran cantidad de población que emigró está presente y que gracias a ellos la salsa ya está disponible en los mercados, para no extrañar el sabor.
La salsa de Yahualica es para saborear con el corazón y sentirse parte de un legado que ya está traspasando fronteras, vayan a su tienda más cercana y lleven su salsita de Yahualica.