Nunca he entendido a esa gente que usa sandalias de plástico para todo… para ir al súper, para andar por la calle, para ir al las plazas, e incluso he llegado a conocer gente que usaba sandalias hasta para ir a trabajar o la escuela… y mucho menos entiendo por que usarlas en días en los que llueve o en zonas donde correría el riesgo de ensuciarme…
A mi nunca me ha gustado usar sandalias, salvo para honrosas ocasiones, como ir a la playa/alberca, tomar un baño o andar en la casa a veces… y pues bueno, definitivamente no entiendo esa tendencia horrible de usar sandalias, y MENOS con calcetines.
Por lo que decidi hacer un experimento: un día completo con sandalias desde que despierto y para todas mis actividades… Obviamente decidí elegir un par de sandalias de “plástico” que más o menos combinaran con mi atuendo…
Mi travesía empezó desde salir de mi casa hasta llegar al centro, tomar café en una de las cafeterías de esta zona y dar un paseo por las tiendas… “como persona normal”. Para mi – non fortuna – a medio camino ya iba con una lastimadura en el pie derecho y la verdad ni hablemos de lo sucio que sentía los pies… Al final del día, terminé más cansada que al inicio… Concluyo que no se caminar en sandalias… Es inadecuado. Todo el tiempo sentí que la gente me observaba, por ir bien arreglada, pero en chanclas.
Debo admitir que son muy cómodas para hacer algunas actividades y que los pies permanecen bastante oreados, sin embargo creo que no deberían utilizarse con tanta frecuencia, ni para todo.
Así que dejen – para su casa – esa tendencia horrenda de andar en chanclas…