Tengo 28 y vivo con una chica mucho más joven que yo, las razones son varias, desde querer comprar mi coche hasta que en realidad la idea de vivir sola no me apetece tanto y la verdad es que la chica es súper tranquila y relajada.
Mi hermana y mis primitas también rondan los inicios de los 20’s y cada que nos reunimos muero de la risa con todas las cosas que dicen y hacen.
Pero después veo a personas de mi edad que parecen no recordar ni poquito que tenemos casi 30 y que en definitiva la energía, los lugares que frecuentamos y las pláticas no son las mismas de cuando estábamos en preparatoria.
Uno de mis miedos más grandes es ser chavorruca que en este caso es una persona de mi edad que se aferra a sus años “mozos”, pero mi miedo tiene su razón porque realmente ¿cómo sabemos si somos chavorrucos?
Tal vez si somos pero todos nuestros amigos también lo son ¿no? Y es que somos una generación dónde de repente es difícil saber ver la diferencia entre la aventura al aire libre o la vigorexia, que te guste la fiesta o que te la pases cada fin de semana en un “antro” y el miedo no es sólo por verme ridícula si no porque realmente no me gustaría vivir aferrada a mi “juventud”, me parece que ser chavorruco no es sólo negarte a dejar ir, también es negarte a ser un adulto, a las responsabilidades (de todo tipo) y todas esas cosas.
Entonces ser chavorruco es más que vestirte de cierta forma o ir de fiesta todos los fines de semana, ser chavorruco es una constante negación a todo, eso me aterra.
Hace poco fui a un bar de la ciudad y casi sentí que el corazón se me salía del pecho cuando la fila para entrar estaba llena de chicos y chicas en sus 20’s, mejor huí de ahí. Esa fue una de las pocas situaciones que he vivido en dónde me sentí chavorruca, pero hasta ahí.
Entonces cada día me pregunto ¿hoy qué voy a dejar ir? Y me gusta creer que así evito ser chavorruca.