La obra de esta artista mexicana explora los múltiples estiramientos del material y de la composición de las cosas en la construcción de significados con sus posibilidades siempre flexibles
La semana pasada, la artista plástico Karen Perry estuvo, de nuevo en la ciudad, para impartir un taller de creación artística. Su obra Unidad de Construcción sigue expuesta en la muestra colectiva de arte contemporáneo Arte, Política y Medio Ambiente en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara. Este es un buen momento para hablar de su obra, que se compone de conceptos como la resignificación del objeto, la anulación del sentido en un algo utilitario y los otros contextos que nacen al hacerlo arte.
Para muchas de las piezas que componen su obra, que iniciaron con el proyecto que está expuesto actualmente en el MUSA, Perry utiliza piezas de rompecabezas viejos.
Unidad de construcción
“Este grupo de piezas que es el inicio de mi trabajo con piezas de rompecabezas”, comenta, “que son, más bien fueron, juegos de verdad, no los mandé a hacer, no los mando a cortar, es una marca de rompecabezas que me funciona por el tipo de material, el tamaño, la compresión la resistencia a la humedad, detalles muy técnicos que al momento de empezar a trabajar tienen consecuencias, que en el volumen se hacen más grandes”.
Estas comenzaron a nacer en el 2011, cuando Perry se encontró con estas cajas de rompecabezas, a veces incompletas, en bazares y tiendas de objetos que otras personas desecharon y al anular su color, al anular el hecho de que sean componentes de un producto final, las convierte en otra cosa, tal vez, más duradera: una pieza de arte.
“La reflexión que hice sobre el material tiene que ver con los pixeles: pequeñas unidades que juntas conforman un todo, cada unidad tiene un color, una textura y un significado que funciona sólo dentro de una totalidad, de algo más grande, cuando yo saco estos rompecabezas de esta totalidad los doto de un nuevo significado porque estoy construyendo otra forma, al momento de que la pieza del rompecabezas deja de tener su sentido como pequeña parte de un todo, se convierte en una posibilidad nueva de construcción. De otro todo”.
La repetición y la acumulación de las partes de rompecabezas también hace que la lectura sea diversa. Ya no está siendo sólo bidimensional; al menos en la parte contenida en MUSA, vemos obra bidimensional, tridimensional y una pequeña intervención que se hizo directamente en el muro. Perry plantea las posibilidades que ofrece una pequeña fracción de cartón para poder convertirse en otra imagen.
Un mar de posibilidades
Maremagnum es otra serie de piezas con rompecabezas de Perry, una más reciente, que se pueden explorar desde otras perspectivas. Esta serie se expuso hace tiempo en el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce en Morelia y reflexiona sobre el material en las manos del creador.
La palabra Maremagnum tiene dos significados: por un lado es un mar grande y por el otro es una acumulación o confusión de cosas, donde la unidad se convierte en una masa y ya no se distingue como objeto individual. Esta serie está concebida en tres grupos: Litoral, que son las aguas bajas, Arrecife donde está la mayor parte de la flora y fauna marítima y Zona Abisal, la parte más profunda que se ha explorado del océano hasta nuestros días.
“En esta serie trabajé con los colores originales de los rompecabezas, ahí ya no anulé el color, ya no anulé el contenido sino que empecé a hacer una selección cromática y de texturas de los rompecabezas, sobre las gamas de azul de naranja, de verde, como de pixeles y pantones de cada pieza para tener grupos muy grandes de colores y que esos colores comenzaran a construir las piezas”.
En Arrecife hice las piezas de manera similar a como se construyen las piezas de corales y como se multiplican los organismos en ellos para que puedan llegar a tener esas formas.
Litoral son piezas de gamas de azules y que tiene que ver con algunos fenómenos que suceden en la superficie marina, como una específica tormenta, maelstorm, que se da en esa zona, que es una especie de remolino de succión del que se habla en Moby Dick.
Zona abisal son fragmentos de color rojo, porque en el fondo marino, la longitud de onda del color rojo se anula y todo es negro, y los pocos organismos que sobreviven ahí son de color rojo, para no ser percibidos en la oscuridad.
“Como creadores, siempre estamos empujando la creación hacia una posibilidad distinta, es difícil poder decir que uno inventa algo, en las disciplinas todo se puede mezclar y todo puede ser multidisciplinar, interdisciplinar, etcétera. Yo creo que en estos proyectos la clave es ir empujando el material y las posibilidades que ofrece de lectura, de construcción, de instalación, de montaje”.
Entre lo vivido y lo viviente
Existen varias maneras de ver los objetos, dice Karen Perry, de hacerlos fetiches. En la serie Cadáveres de la memoria, esta del 2005, antes de que experimentara con las piezas de rompecabezas, hace una reflexión para mí muy lúcida y muy íntima de los objetos del pasado, de los que se quedan como piezas claves de la memoria y que huelen igual a los días que recordamos y que duelen igual que los días en que todo ello se fue.
Para mí estas piezas son precisamente el detonante que nos ayudaría a comprender el trabajo plástico de esta artista.
“Una de esas maneras (de ver los objetos) y para mí la más importante es traducirlos como fragmentos de memoria, ya sea memoria colectiva o memoria individual. El Pasado es, por definición, un dato que ningúna (o casi ninguna) cosa puede modificar y es precisamente el conocimiento de este pasado, de mi pasado, lo que se expone en esta serie de objetos.
Si modifico el objeto o la pertenencia y hago otra cosa con ella estoy generando nuevas perspectivas de observación y entendimiento; por tanto de interpretación. Dichos Objetos pueden contribuir a un conocimiento o a una identificación con el mismo, en la medida en que estemos conectados a las condiciones de su exposición y se busque comprenderlas. Ahora bien el hecho de que un objeto sea necesariamente un índice de realidad no disminuye la importancia del contexto de su lectura.
El Arte es un texto polisémico y admite diversas lecturas ( y eso se agradece), entre ellas dos visiones , dos estéticas: la del que mira y la del que es mirado”.
Esta serie de 20 objetos realizados con diversos materiales, buscan hablar de la preservación del recuerdo, fueron realizados a través de una reflexión realizada después de la muerte de su padre”, dice en el texto que acompaña las piezas en su web.
La obra de Karen Perry, pues es un constante reflexionar sobre los objetos. Sobre las cosas que nos rodean y habitan nuestro espacio de manera obsesiva, de cómo nos apropiamos de ellos y les damos un nombre, les inventamos una historia, les añadimos un valor que muchas veces es emocional y es inestable. También habla, sobre todo en los rompecabezas, de cómo este estado del objeto luego a veces se transforma: la basura que inunda las calles y las aguas del mar, los miles de aparatos obsoletos que están en el jardín o la otra serie de materiales que otros usan para hacer arte, arte que habla de nosotros como sociedad, de nuestra urgencia y nuestra locura por preservar cosas, por comprar cosas, por desechar cosas.
*Arte, Política y Medio ambiente estará disponible hasta mediados de este mes en el Museo de las Artes. Además de la obra de Karen Perry se encuentran expuestas piezas de otros artistas internacionales unidos por haber expuesto en el Building Bridges Art Foundation en Los Ángeles, California*.