Si pudiéramos haber visto la cara de Miguel y César al entrar en su primer evento de vogue, entenderíamos perfectamente las razones que los mueven el día de hoy. Nunca se imaginaron que al ir al ball llamado “Putitas Mexicanas”, todo por lo que fueron señalados y juzgados en su niñez, ahora les podría dar el reconocimiento de una muchedumbre.
Jotear nunca había sido tan necesario en sus vidas. Un viaje a la Ciudad de México, acudir por primera vez a un ball, la libertad de expresarse a su manera y ser la más perra, fue lo que los atrapó. De esta manera conformaron el primer grupo organizado de vogue en Guadalajara bajo el abrigo de House of Machos.
Por: Rob Hernández, @Robsmx
Category is: First time at Voguin
Miguel es de piel morena, estatura por encima de la promedio del mexicano, usa el pelo largo y su habla es pausada y un poco reservada cuando comenzamos a charlar. César, por el contrario es de piel más clara, de estatura similar, delgado y va con el pelo corto, muy corto, casi a ras de cráneo, con mucha más soltura al comenzar a platicar su experiencia.
La personalidad de ellos, se contrapone a como los he visto en la pista, mientras bailan vogue. Mayor altura (gracias a los tacones que portan con orgullo), veloces en su andar, sensuales, con pasos sumamente decididos que no pierden un solo beat, con un maquillaje lleno de brillos, portando vestidos, pantalones holgados, faldas, pero sobre todo con una presencia avasalladora que les han valido varios “ten across the board”.
En el 2016, ellos acudieron a la Ciudad de México para tomar un curso de danzas urbanas. Ahí les mostraron de manera somera el vogue femme; donde contonearse, mostrarse femeninos y ser lo más delicados posible les daría los mayores aplausos. Después de la práctica, los invitaron al ball llamado “Putitas Mexicanas”, un encuentro de vogue. Es común en éstos, invitar a los principiantes a competir en las categorías virgin, donde participan aquellos que por primera vez pisan una pasarela de un ball.
Miguel y César fueron invitados a participar. Ambos estaban entre nerviosos y extasiados por todo lo que sucedía a su alrededor. César le comentó a Miguel que si él se animaba, participaría junto con él. Miguel dijo sí, y desde entonces han bailado hombro a hombro, en diversos escenarios y ciudades, demostrando su pasión en la pasarela.
Miguel, ¿qué sentiste al momento de participar en ese primer ball? – No recuerdo mucho, solo sé que entré a competir y me liberé de todo. Bailé, sentí la energía de la gente, los aplausos, brinqué, me arrastré, jotié, coqueté, caminé lo más meneado que pude. Pude ser todo aquello de lo que siempre me avergonzé, y gané.
Miguel estaba lleno de adrenalina, tanto que no se dio cuenta cuando lo dieron por ganador. Su primera vez en un ball y su primer triunfo. Solo atinó a decir al ritmo de los beat: Qué pedo, esto está super chido. Aquí pertenezco.
La Ciudad de México es su madrota, ya que ella les dio el vogue. Y como discípulos de la cultura de las libertades, estaban destinados a regresar a su tierra para expandir el mensaje.
“Conocimos algo que nunca antes habíamos experimentado”. “Fui parte de algo que me movió desde dentro”. “Yo quiero ser la más perra”.
Son algunos de los pensamientos que pasaron por sus mentes y usaron como mantras para invitar a sus amigos e iniciar formalmente la escena tapatía.
Category is: training.
En el vogue no todo es bailar, jotear y brillar en la pasarela. Detrás de eso hay un arduo trabajo de investigación y apropiación lo que significa la cultura ballroom. Después de ese primer ball en CDMX, Any Funk Alvarado integrante de House Of Machos, una casa de las más grandes de México, los invitó a sumarse a su familia y que comenzaran el capítulo de la casa en Guadalajara.
Paso 01. Conocer y saber sobre la historia del Vogue.
Mientras se seguían empapando de la cultura y estilo de baile a través de internet, mantenían asesoría a distancia con su madre Any. Acudían cada que podían a la CDMX para prepararse con su casa. Así pasaron casi un año, en continua preparación teórica y física, hasta que recibieron la venia para comenzar a hacer prácticas públicas.
Paso 02. Ser vistos.
En aquél año el vogue estaba tomando notoriedad gracias a programas de tv, documentales y películas. Aun así, no había lugares identificados para que las personas que tuvieran curiosidad, acudieran y practicaran.
Los domingos en el Parque San Jacinto, un parque en el oriente de la ciudad, fue el primer lugar donde comenzaron a bailar de manera pública. Pero justo como Guadalajara tuvo que andar por tres lugares previos antes de ser fundada, así ellos recorrieron dos hasta llegar al tercer punto donde comenzaron a dar clases en forma. La distancia entre el primero y el tercer lugar, fue más de un año de prácticas públicas.
El segundo lugar fue en paseo Chapultepec, lugar con mayor accesibilidad y donde los fines de semana se vuelve un espacio de esparcimiento y convivencia por los restaurantes y bares que hay a su alrededor. Aquí tuvieron mayor exposición, visibilidad y cercanía con los y las interesadas. Domingo a domingo iba creciendo la audiencia que los observaba practicar.
Al preguntarles que si recibieron alguna crítica o agresión verbal al estar vogueando en los lugares públicos, ellos responden que no. A lo más que llegaron fue a que los coches les pitaran mientras ellos posaban en la vía pública, ellos respondían cambiando de pose al sonido de cada claxon.
Paso 03. Clases de vogue.
Después de casi un año de prácticas públicas, ya eran alrededor de 11 personas que de manera constante acudían semanalmente. Eran sesiones donde todos bailaban, le perdían el miedo a los movimientos y entre todos se ayudaban. Al ver que el grupo ya estaba más consolidado, Miguel y César recibieron la autorización de su casa, para comenzar a dar clases.
Así es como llegaron al tercer lugar, un estudio de baile un poco retirado, pero ya un lugar establecido.
Category is: family
En el vogue pareciera que todo es superficial, puro joteo, extravagancia, glitter y mucho baile. Si lo es. Pero detrás de ello existe toda una cultura, reglas y técnicas que tienen su origen en los años 80, en el Harlem de Nueva York. El vogue se conforma en grupos, llamados casas o houses, con los que se identifican las personas; pero son mucho más que un grupo de reunión o de baile. Son una familia que los recibe, los arropa y los prepara para competir en los ball.
House of Prisma es la casa kiki que ellos crearon en para dar identidad a todas y todos los integrantes tapatíos de su grupo. Una casa kiki es una casa que acoge a todos los principiantes preparándolos para participar en los balls y poder ser parte de las casas mayor, como House of Machos.
Para Alexa, el ser parte de esta casa iniciada por Miguel y César le ayudó a conectarse con su lado femenino. Ella es una mujer cisgénero, es decir, una persona nacida con sexo femenino y se identifica con el género femenino. Ella entró a practicar vogue con el objetivo de conocerse, reconocerse y explotar su lado femenino. Durante mucho tiempo la señalaron por tener un comportamiento más apegado a su lado masculino. Al estar en la pasarela ha podido encontrarse con ese lado super femenino que expresa en el vogue femme y masculinizarse totalmente al participar en el runway americano, donde gana quien se muestra más varonil. Hoy Alexa ha logrado hacer las pases con aquello que la hizo sufrir mucho tiempo, por no estar acorde a lo que normas sociales esperan en comportamiento de una mujer.
Miguel y César se convirtieron automáticamente en el padre y madre de la casa. A su corta edad, nunca se imaginaron tener la responsabilidad de tener y procurar una familia, con todo lo que ello implica.
Category is: First ball in Guadalajara
Para septiembre de 2017, en Guadalajara se organizó una semana dedicada a la cultura ballroom. Contó con actividades culturales y talleres a cargo de Franka Polari, madre de House of Apocalipstick de la ciudad de México. Éste evento sirvió para que más personas se comenzaran a enterar e interesar sobre lo que se estaba haciendo. Debido al interés y respuesta de los tapatíos en el vogue, surge la propuesta de hacer un primer ball en Guadalajara. Tapatía ball fue el primer ball que se organiza de manera formal en la ciudad.
Un ball es un evento de competencia de baile vogue, donde los participantes desfilan por una pasarela mostrando sus mejores pasos acorde a la categoría en turno. Las categorías son formas de expresarse y bailar específicas. Algunas de ellas son runway americano donde todas y todos deben sacar el lado más masculino que tengan; el vogue femme donde tienen que mostrar la más posible feminidad; el sex siren donde deben sacar su lado sexy, sensual y erótico. Al final de la pasarela hay uno o varios jueces que van descalificando a los participantes hasta dejar un ganador por categoría.
Con la realización de más 4 ball hasta la fecha, Guadalajara comienza a tomar presencia en la escena nacional e internacional, ya que cuenta con la presencia de 4 casas mayor: House of Machos, House of Apocalipstick, House of Zodiac y House of Mamis.
Podemos decir que junto con Morelia, Monterrey, Mérida, Puebla y por supuesto CDMX, Guadalajara forma parte del circuito de ciudades del país, donde existe la cultura del vogue de una manera más formal y organizada.
Category is: Future
No todo es miel sobre hojuelas. Al crecer la escena vogue en Guadalajara, crecen el número de casas y con ello las rivalidades. Para Miguel y César el objetivo es claro, buscan transmitir la cultura de hermandad y libertad que han encontrado ellos, al ser parte de la cultura ballroom. Consideran que ha habido ocasiones en que la organización de eventos buscan otros fines más allá de la práctica el baile que los une.
Hoy, su familia House of Prisma tiene alrededor de 20 integrantes. Han tenido notable presencia a nivel nacional, ganando en noviembre de 2018, 5 de las 7 categorías en las que participaron en The Monster Ball, uno de los ball más grandes del país. Su objetivo es seguir involucrando personas a la práctica y a su familia, para compartir esta forma de vida que los ha cambiado y les ha enseñado el camino a la libertad de ser.
Category is: Freedom
Sin proponérselo, Miguel y César fueron los que iniciaron la escena vogue en Guadalajara de una manera organizada. Todo el tiempo invertido desde aquella primera vez que llegaron y se impactaron con las putitas mexicanas, lo ven reflejado en que hoy la escena tapatía suena fuerte por todo el país.
Quién lo diría, dice Miguel, que hoy recibo los aplausos al usar vestido, al maquillarme, al usar brillantina y ser la más perra. Me ayudó a pasar esa barrera que me identificaba como tímido y al comenzar la pasarela ser cualquier persona que quiero ser en ese momento.
Sin darme cuenta, dice César, el vogue me ha ayudado a saber quién soy, aún no sé a donde voy, pero sí tengo más claro lo que puedo lograr. Bailarlo me ha enseñado a explotar mi lado femenino y mi lado putón. A reconocer que no estoy solo, que hoy tengo una familia que estará ahí para levantarme cuando lo necesite.
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Muchos usábamos a escondidas la ropa de mamá o de nuestras hermanas para jugar a que éramos las personas o personajes femeninos que no podíamos ser en público, para ser aquello que nos decían que solo era para niñas. Nos encerrábamos, nos vestíamos y cuidábamos que no nos vieran usar esas prendas al salir del cuarto. Con el vogue, Miguel, al igual que muchos otros, han podido salir del cuarto para ser las más perras y olvidarse de que traen puestos los tacones de su hermana.