El pasado 14 de septiembre de 2019 fuimos a ver la obra musical, El Agave Rojo. Una producción bi-nacional que retoma el ambiente mexicano de los años 40 en busca de emocionarnos con la música mexicana y todo su folclor
Por segunda vez en la ciudad se presentó el musical El Agave Rojo, que evoca la nostalgia de un México lleno de tradiciones y amores no siempre bien logrados. Una historia que transcurre en los años 40, en San Lucio un pueblo próspero y lleno de vida. Que vive de lo que produce, el agave; pero también un lugar donde el misticismo y las artes ocultas están presentes.
Por: Roberto Hernández, @robsmx
Fotografías: Producción El Agave Rojo
El año pasado se presentó en el Conjunto de Artes Escénicas y les hicimos una reseña. En este año se presentó en el Teatro Degollado, justo en medio de las fechas patrias. El escenario y las fechas son un marco perfecto para cantar y emocionarnos con todas las canciones rancheras que son interpretadas en vivo, con un orquesta de cámara y con bailarines de folclórico, sumando en total más de 70 personas en el escenario.
Visualmente es una producción muy lucidora, ya que con el uso de videos, escenografía muy detallada y todo el colorido de unos vestuarios bellísimos, nos hace emocionarnos, de entrada, por la gama de colores tan mexicana que nos presenta.
Musicalmente se nota que los actores principales tienen una calidad vocal impecable, excepto el hermano de la protagonista, que en la canción de la tienda estuvo todo el tiempo fuera de tiempo. Sin embargo, aunque la mayoría cantaba hermosamente, pocos fueron los que me pareció que interpretaron las canciones. Cristian Moro me enamoró mientras cantaba “Regálame una noche”, creo que su participación es muy buena y tiene una gran voz.
Algo que no entendí conceptualmente, fue la participación de la bruja. Es decir, dentro de la historia sí, pero la manera en que la presentaron unos como espíritus que la acompañaban, creo que rompían con toda la estética y no aportaba mucho a la historia. Quizá algo más sobrio y mejor dirigido desde una propuesta de iluminación, hubieran quedado más acorde a la línea general, para mi gusto.
Mi intuición me dice que la selección de los actores y actrices se hicieron con base a sus capacidades vocales, porque muchos de ellos quedaron a deber en temas de interpretación mientras cantaban, y al momento de actuar. Algunos y algunas se veían forzados, como siguiendo trazos e indicaciones, así simplemente, diciendo texto o ejecutando movimientos sin alguna intención específica.
A pesar de que la escenografía es muy bonita, las transiciones de escenas no fue lo más acertado. Oscuros no tan oscuros y personas de apoyo que irrumpieron en el escenario para sacar o meter cosas; así como ver a actores acomodándose cuando entran a escena, son elementos que rompen con la magia que se buscaba crear.
En mi opinión El Agave Rojo es una puesta en escena con una propuesta visual, musical y para retomar la música tradicional mexicana muy buena, sin embargo le hace falta afinar detalles de producción y conseguir actores o actrices que no solamente canten muy bien.
Vale la pena ver la obra y más en estos tiempos que nos llenamos de colores, mariachi y tequila por todas partes. Esperemos que en una próxima temporada podamos disfrutar con un espectáculo más cuidado en varios de los aspectos que mencionamos.