La soltería no es una enfermedad. No es un mal, ni mucho menos una maldición. Eso por lo que podríamos empezar la columna del día hoy.
Decidir volver a la soltería – al mercado de la soltería como yo lo llamo -, ya sea por decisión propia, o porque de plano no quedó de otra, es una de las situaciones que más exponen a una persona. No con los otros, sino con uno mismo. Porque literalmente se queda uno solo con lo que cree que es su soledad, sus sentimientos, sus emociones y su vulnerabilidad. Todo eso expuesto a la sociedad, que hace el favor de acompañarle o bullearle, según sea el caso.
El tema de la reinserción a la soltería en una persona, sea del género que sea, casi siempre le toma por sorpresa, con todo y que así lo haya decidido. Lo deja desnudo ante un mundo que parecía conocido y que termina, después de mucho llorar o beber, por admitir que le es totalmente desconocido. Que no se siente bien aunque lo repita mil veces, aunque salga con amigos, aunque se banque las bromas impertinentes de los amigos al respecto de su reestrenada soltería. Aunque en la mesa de un bar o restaurante intente distraerse con las vidas ajenas.
El soltero reciclado tiende a ir al pasado para sobrellevar su estado. Pero no al pasado que pasó, sino al que le hubiera gustado que pasara. A ese pasado que jamás será futuro, porque simplemente no se puede. Literal, lo que no fue no será. No obstante ese bucle se repite y algunas veces se disfraza de culpa, otras de angustia, otras de las dos y la confusión lo hace preso a uno de sí mismo.
Voltear a ver en el espejo la imagen de eso en lo que uno se ha convertido al pasar el tiempo con una persona con la que se había jurado amor hasta la muerte, es morir con los ojos abiertos, por saber que eso no va a pasar, al menos no con esa persona.
En mi opinión hay como trescientas frases mentirosas que podrían desaparecer del lenguaje como «No funcionó» ¡UNA MENTIRA TOTAL! Las relaciones funcionan porque existen, porque se desarrollan, porque en algunos casos incluso comparten la dicha de ser padres. Todas las relaciones funcionan. Todas las relaciones tienen un tiempo perfecto. Y perfecto no quiere decir que todo huele bien, o que no hay desacuerdos. Por perfecto entiéndase la bendición de haber compartido con esa persona parte de nosotros. Haber sido conscientes de que estuvimos ahí con todo, de agradecer al otro también por lo que nos enseñó queriéndolo o no.
En definitiva las celebraciones no serán igual. No lo serán los cumpleaños, ni las navidades, ni los años nuevos, ni los viajes a la playa, empero eso no significa que no puedan integrarse como una nueva aventura.
Si estás recién reciclado esta vez me tomo el atrevimiento de dirigirme directamente a ti y no te voy a decir que «todo va a estar bien»
¡Te aseguro que TOOOOODOOOO está bien»! Aunque se sienta de la rechingada, aunque a veces se te vaya el aire, aunque llores a cada paso que das y hasta la deshidratación y acabes lleno de mocos porque te da hueva pararte por papel, aunque cualquier canción te recuerde todo eso que quieras olvidar. (Consejo: escucha reguetón y si el reguetón también duele escucha ladrar un perro, eso seguro te saca del loop). Aunque no sepas qué comer, qué calzones ponerte, y la mayor parte del tiempo te sientas como perro sin dueño, aunque tus amigos se empeñen en hablar mal de esa persona a la no has dejado de amar y dudes que algún día lo logres, aunque haya pasado un año o dos (tiempo en el que ya habías estimado olvidar a tu ex) aunque pruebes mil terapias alternativas y/o formales, aunque el tristometro parezca que no baja de temperatura, aunque después de varios dates sigas pensando que jamás vas a encontrar a alguien como tu ex (lo cual en algunos es una fortuna) Aún con todo, todo, todo eso y más te aseguro, te prometo y te jurito que TOOOOOOOOODO está bien y no solo eso; sino que se va a poner mejor.
P.D. Amigos del recién reciclado, ya sabemos que no son malintencionados en sus culeros comentarios o bromas hirientes respecto a la reciente y reinsertada soltería de individuo en cuestión. De verdad, es comprensible que esa sea su estúpida forma de convivir y dentro, muy dentro suyo lo único que quieren es hacerlo sentir mejor, pero neta, si no tienen o no saben qué decir, no digan nada.
Atentamente,
ESC
(El Sentido Común)
¡Bonito fiiiiiiiiin!
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