No hay plazo que no llegue, ni fecha que no se cumpla. Calle 2 engalanó en sus instalaciones el Force Fest, uno de los eventos más grandes de México en cuanto al metal se refiere, con artistas nacionales e internacionales que hicieron acto de presencia en lo que sería un día espectacular: más de treinta bandas que presentaron su propuesta a los oídos del público tapatío.
Desde temprano hubo gran movimiento. La música estaba programada para empezar a sonar desde las 13:00 hrs, sin embargo fue hasta pasadas las 3 de la tarde cuando se comenzaron a aglomerar los pasajes de Calle 2 y sus alrededores. Una gran cantidad de autobuses se apoderaron de la calle Obreros de Cananea, con lo que nos hacía vislumbrar que seguidores foráneos del metal se daban cita al foro zapopano para disfrutar del Force Festival. Mientras, la fila para ingresar llegaba desde el estacionamiento del Auditorio Telmex. Era la antesala para pasar por el primero de los tres filtros de seguridad bastante minuciosos. Se prohibía ingreso de estoperoles, encendedores y demás artículos variados y de uso común que representaran un riesgo, con lo que la paquetería se aglomeraba por los fanáticos, desesperados, acalorados y alterados por ingresar.
Ya pasados los filtros de seguridad y dentro del foro, las presentaciones estaban divididas en tres escenarios diferentes: Force Main (principal), Agora (secundario) y Headbanger (terciario). El Force Fest comenzó con Fuggatta y Colectivo Suicida en el Agora Stage. Los seguidores de ambas bandas parecían ser tan sólo amigos y familiares, sin embargo, nuevos seguidores lograron acercase y se mostraron satisfechos con las bandas en acción. En este escenario fue donde, por el momento, estaba la acción. Por el momento, los asistentes foráneos visitaban stands de patrocinadores, compraban bebidas, comida y algún afiche de su visita.
Here Comes The Kraken
En el mismo proscenio, Entertaint The Beast fue la primer banda que logró reunir una cantidad considerable de espectadores, pues ejecutaron el famoso cover a un tema de Pantera: ‘Im Broken’ para ser exactos, un himno dentro del heavy metal, por lo que los seguidores generaron el primer slam de la tarde, divertidos y cantando con entusiasmo. Pro-Fe-Cia, la siguiente banda en acción, continuó con esa línea: temas propios y otro emblema del metal, sólo que en esta ocasión era del trash: ‘Raining Blood’ de Slayer, que generó el mismo revuelo hacía el foro, con lo que ganaron la atención y agradecimiento del público en el Agora Stage.
Wehrmacht
Siendo las 17:40 decidimos dirigirnos hacía el Headbanger Stage, que tenía un retraso de alrededor veinte minutos de acuerdo a la guía de horarios oficial del Force Fest. Larva estaba por comenzar, y lo hicieron con gran entusiasmo. Su vocalista trabajó perfectamente sus voces estilo gutural, sin embargo, al ser el único foro cerrado en su totalidad, la acústica se perdía y el ingeniero de sonido visiblemente se notó con dificultades en los cambio de cada banda.
Decidimos dar un recorrido para ver la oferta del festival fuera del contexto musical, y existía poca variedad. No obstante, de interés muy común y entretenido, se encontraba un heptágono de lucha al estilo UFC: lucha en el momento y el metal de fondo; varios puestos de souvenirs y puestos de comida que estuvieron bastante concurridos.
Brujeria
El Force Fest ya se notaba bastante poblado y los tres escenarios con una cantidad considerable de gente a su alrededor. Las bandas nacionales poco conocidas parecían mantener entretenido al público, no obstante fue evidente la diferencia cuando salió a escena uno de los estelares. Ya en el Main Force, siendo las 19:00 hrs, Brujería soltó su hechizo sobre los fanáticos enaltecidos. Las tres zonas vendidas (Vip, Preferente, y General) enloquecieron y corearon sus temas durante la hora entera de presentación. La noche nos ganó en Zapopan y la expectación también, las bandas reconocidas estaban en escena y lo mejor estaba por llegar.
Overkill
Bien dice la frase “la tercera es la vencida”. Así lo fue con Overkill, los provenientes de Nueva Jersey, que tras los dos intentos fallidos de presentarse en la ciudad, por fin estaban con nosotros, y vaya que no se guardaron nada: sus fanáticos desahogaron en cada tema la ilusión que existía por verlos, sin embargo al ejecutar ‘Powersurge, formaron una atmósfera distinta: no había una sola alma en el Force Fest que no cantara aunque fuese el coro de la canción.
Carcass
Antes de que concluyera Overkill, volvimos (corriendo) al Agora. Siendo ya las 22:00 hrs, Carcass estaba en escena llenando de júbilo a sus seguidores quienes no se dieron abasto bajo el domo del escenario, que ya se notaba a reventar en sus alrededores. Y no quedaron mal, Carcass ofreció una de las mejores presentaciones de la noche en el Force Fest, pues retomaron temas de su primer álbum: ‘Surgical Steel’, además de demostrar a prácticamente todo el público cómo realizar una presentación de calidad inigualable al generar una conexión total con sus seguidores tapatíos.
Born of Osiris
El plato fuerte del festival llegaba desde el Reino Unido al Main Force para cerrar con más de cuarenta años de trayectoria, crisis superadas, un nuevo integrante y su material recientemente editado, Redeemer Of Souls. Sonó el intro de “Battle Cry”, lo que daba por comenzada la presentación de una de las bandas simbólicas e influyentes más grandes del metal en el Force Fest. Judas Priest pisaba suelo tapatío una vez más. ‘Dragonaut’ retumba por los altavoces y los característicos gritos de Rob Halford no se hicieron esperar acompañados de la tremenda acogida del público.
Judas Priest
¿Para qué seguir con temas nuevos? Inmediatamente siguieron las notas de la canción de Halford: ‘Metal Gods’ hizo retumbar, brincar, mover las cabelleras y cantar a todos y cada uno de los presentes. La banda británica ejecutó como los mismos dioses del metal. Pasados unos cuantos temas, y con los espectadores a flor de piel, ‘Turbolover’ hizo que todos se llevaran una grata sorpresa, puesto que Rob Halford tiene 63 años y parece que tuviera menos de 30, no en referencia al aspecto físico por supuesto, sino al coral. Su voz suena igual que hace cuarenta años, cuando inició la banda. Mantiene esa solidez, estilo operístico y clásica afinación que no se pierde ni a alcanzar las notas más altas posibles. En dicho tema, Halford mantiene una nota bastante aguda por más de un minuto, llevándose con él los aplausos de todos los presentes, y me incluyo al poder presenciar esa calidad mantenida.
Judas Priest
El concierto de Judas Priest en el Force Fest continuó con algunos temas un poco desconocidos por una parte de los presentes. Acertadamente, los de Judas deciden darle nuevamente rumbo al set, y para esto es necesario romper la ley. ‘Breaking The Law, uno de los himnos más representativos en la historia del metal encendió de nuevo la mecha de todos en Calle 2, a quienes no se les fue una sola estrofa, en compañía de Halford.
Tres temas después, estaba marcado para que el Force Fest cerrara al son de ‘You ‘ve Got Another Thing Coming’, la cual fue aplaudida, pero faltaba algo. La gente lo sabía y lo pedía: el grito de “¡Painkiller, Painkiller, Painkiller!” se escuchó por todos lados. El público la solicitó y Harfold contestó: “Guadalajara, una más… ¿cuál?”, por lo que la euforia de los fanáticos se duplicó. Y así fue, Scott Travis comenzó el tema con su intro de batería, haciendo que entre las exclamaciones de emoción apenas se notara su línea.
Judas Priest
Halford cantó literalmente cada nota a la par de la interpretación por parte de la banda. Sabíamos que no se trataba de un playback por la interacción que tenían con la gente. Al momento del solo de guitarra (hecho por ambos guitarristas), no se notó en lo más mínimo la ausencia de uno de los miembros fundamentales que ya no están en el grupo: KK. Downing, pues su sustituto Ritchie Faulkner presentó calidad de ejecución suficiente, dando con esto fin a un festival que se visualizaba como el sustituto del Hell and Heaven, pero que fuera de algunos aspectos de logística y acústica en uno de los escenarios, dejó en general una grata satisfacción con más de doce horas de música ininterrumpida.
Texto por Salvador González Rico.
Fotografías de Noé Blanco para Ka Volta