Poco a poco Bring me The Horizon se ha alejado de sus inicios como una agrupación de deathcore, no se trata de abandonar un género, se trata de una evolución en busca de generar un sonido e identidad propios.
Es evidente la búsqueda y experimentación que Bring me the Horizon se encuentra realizando desde hace unos años para encontrar ese sonido único que los diferencie totalmente de otras agrupaciones similares; los cambios en su alineación y la adición de Jordan Fish en los teclados indicaban un cambio de rumbo para el grupo. Asi surgió Sempiternal el quinto álbum de la banda, lanzado en el 2013.
El año pasado se estrenó That´s the Spirit, su sexta placa con la que definitivamente se quitan de encima algunas etiquetas y se añaden otras, se alejan de esa esencia de grupo metalero underground y se acercan a la gloria y fama que un sonido más mainstream ofrece, con las ventajas y desventajas que ésto conlleva. Para mucho That´s the Spirit es el disco con el que la banda cavó su tumba en el ámbito del metal, para otros es el disco que les abrió las puertas a un nuevo mercado y una gran cantidad de nuevos seguidores.
Sea cual sea el caso, el álbum representa una evidente alteración en el rumbo que seguía la banda, musicalmente hablando, se trata de 11 temas que fusionan elementos de nü metal, metal alternativo con toques de indie rock, un sonido menos agresivo y más armónico. Las letras siguen reflejando el sentir e ideas de Oliver Sykes, vocalista de la banda, mientras que el teclado toma un papel más importante en el sonido general, sin dejar a un lado los riffs potentes de Lee Malia. La mezcla, crea en conjunto un sonido sumamente digerible y agradable, que ha sido muy bien aceptado por la crítica y nuevos fans de la agrupación, y aunque existan detractores, el cambio, en éste caso considero que ha sido para bien, no sólo para llevar su sonido a nuevos mercados, sino para explorar nuevos terrenos en la búsqueda incesante de un mejor sonido.