Sábado de verano, la ciudad de Guadalajara toma una de las tardes más recreativas del año, la sorpresa no se puede hacer esperar, el público, la prensa y podría decirse que hasta los músicos, teníamos la inquietud ¿Cómo sería vivir un Revolution Fest en nuevo foro?
La innovación llegaba y con ello los cambios, atrás quedó Calle 2, ahora al Club Hípico Los Alamitos, daba la bienvenida a lo que me atrevo a decir el segundo festival de música rock más grande y consolidado de la ciudad, solo detrás del Coordenada. El Revolution Fest estaba en Guadalajara para una edición más, con diferentes puntos céntricos en la ciudad de Guadalajara, el festival ofrecía transporte gratuito, para poderse trasladar al nuevo foro en Tlajomulco de Zúñiga, situación de entrada dejaba una buena impresión y utilidad para el público asistente que no tiene la facilidad de trasladarse al sitio, y pese a que hubo algunos problemas con el servicio, a grandes rasgos cumplió su cometido.
En el lugar la belleza del Club Hípico, deslumbraba desde el acceso, pese al calor y el sol a plomo que el clima ofrecía, el hecho de presenciar el estratégico acomodo del: Jalisco, Corona Revolution, Americas, Stage, así como la Carpa Foro Independencia. Lucían imponentes y listos para dar inicio al festival. Decidimos visitar el Corona Stage, para conocer un poco el talento de la banda zacatecana Apolo, la cual nos dejó bastante satisfechos, y a los pocos seguidores que hasta el momento había presentes. Refrescarse no era una opción sino una necesidad, es por eso que al finalizar Apolo, pasamos a hacerlo (sí ya sé que apenas llegábamos, pero el calor era bastante fuerte).
Pasamos a observar a unos viejos conocidos, la propuesta diferente del rock – electro nacional, Sussie 4 tenía en el escenario a sus seguidores pasándolo de lo mejor, bailando sus ya características mezclas, que ni el calor impidió se la pasara bastante bien, el Jalisco Stage.
Hora de la primera banda internacional, esa sería Mcklopedia, desde Venezuela, toda la rumba, distinta, con letras que figuraban rimas con estilo a rap, guitarras funk y un percusión tranquila, la banda sacó a flote el toque suave del festival, para que no quedara duda que si algo tenía era, dinámica y diversidad musical.
Tras un breve descanso (Sí otro, soy humano y también como), llegaba el momento de la propuesta electrónica, el Americas Stage, era el lugar perfecto para degustar, Niño Árbol era una Dj, que no había tenido el placer de escuchar, pero sus mezclas y estilo en la tornamesa, no solo a mí me llamaron la atención pues rápidamente la gente comenzó a aglomerarse dentro del sitio, “Input”, fue el tema más movido que presentó el DJ.
Hora de alguien que no necesita presentación alguna, Ximena Sariñana sale a escena con el sol a plomo, de lente a oscuro y con los ánimos a tope, “She Down”, cantando a todo pulmón con sus fieles seguidores, Ximena menciona que Guadalajara es una de sus ciudades favoritas y cada oportunidad que tenga de presentarse lo hará sin dudarlo.
Una de las actividades más llamativas y generaba incertidumbre por saber si tenía algún costo subir, fue una rueda de la fortuna, que solamente estuvo como exhibición, pero el espectáculo estaba en los escenarios. De vuelta al Corona Revolution, era el turno de Siddharta, presentado algunos temas de su nuevo material.
A sacar las botas y a bailar, Nortec, está en escena, su tono clásico de rock, electro e instrumentos de música popular mexicana, Nortec le daba ese toque al festival en el que se presente, tiene una pisca y característica que le llama la atención hasta al roquero más cerrado.
Por fin cae la noche y las nubes también comienzan a aparecer la lluvia acecha y amenaza con atacar, ese no es problema con una cantidad enorme de personas en el Club Hípico Lo Alamitos. Ese no es problema, porque ha llegado la hora de la nostalgia, Fobia llega a Guadalajara, demuestra que es una de las bandas nacionales más consolidadas y de las que mayor convocatoria tiene en todo lugar, etapa y edad. Personas literalmente de todas las edades cantan las letras de la icónica banda, como si fueran el grupo del momento.
Corremos hasta el único escenario en el que no nos hemos detenido, La carpa Foro Independencia, para ver al recién galardonado, El Muertho de Tijuana, con esa propuesta que ya le conocemos pero sobre todo su peculiar caracterización, eso efectivamente era lo que más le llamaba la atención a la gente; “¿Quién es?, sabe güey, pero está muy botana el cab%#, sí hay que quedarnos a ver qué onda”. Fueron algunas de las frases que los nuevos seguidores dejaban escuchar.
Lo mejor llega ahora, Plastilina Mosh, ese dueto que llevaba más de dos décadas haciendo del albur mexicano música de exportación, pasa el mismo fenómeno que con Fobia: Chicos y grandes se reúnen para dar fe y presencia de lo que sería la presentación de una banda ya icónica en su totalidad, Mr. P- Mosh, Nalguita, fueron las dos piezas que nunca pasaron de moda y seguirán siendo las favoritas de la gente.
Molotov, la hora del golpe, la hora de la verdad, como habíamos dicho en la previa, temas como “Puto”, “Quitate que masturbas”, y sobre todo “Frijolero”, fueron la cúspide, esas fueron las canciones que más se corearon cuando estos tipos llegaron a asaltar el escenario del evento, apenas terminaban y ya pasaba lo que no quería nadie. La lluvia arreció y gran cantidad buscábamos refugio donde se pudiera encontrar, al paso del tiempo veíamos que esto no iba a terminar por lo que decidimos volver. Era la hora de cerrar, Cultura Profética se presentaba a cerrar el show, la lluvia no impedía que sus fieles seguidores estuvieran con ellos en todo momento, coreando sus ya clásicos temas como: “Ilegal”, “La Complicidad”, entre algunos tributos al maestro del reagge como lo es Bob Marley, la noche cerró el festival con una sopa, sí una sipa de emociones, entretenimiento, lluvia y fiesta por parte de los asistentes.