Estos son seres destacados por su exceso de confianza, a pesar de sus múltiples carencias emocionales, morales, físicas y anexas. En ellos/ellas (así es, también hay doñas) está inspirada la máxima “Míral@, tan fe@ y tan segur@”.
Si viviéramos en un cuento de hadas estos seres serían el sapo que por más besos que le das nomás no se convertirá en príncipe, pero ahí está un@ de neci@. Cabe mencionar que los dones / doñas cuentan con el súper poder de que cuando crees lograr por fin liberarte de su “encanto”, y piensas que ya todo ha pasado, ellos/ellas huelen la estabilidad y vuelven con más fuerza.
Así que para este mal no hay más que dosis de cruda realidad que viene en distintas presentaciones como el clásico “Te lo dije” de la amiga, que te dice con profunda buena intención de que recapacites en que sufres por nada y con el imperante orgullo de saber que siempre tuvo razón o bien de mensajes que no te atreves a borrar porque si los vuelves a leer te das cuenta de lo imbéciles que siempre fueron, pero lo increíblemente estúpid@ que puedes llegar a ser cuando confundes las mariposas en el estómago con retortijón diarreico, así que por cualquier cosa siempre ayuda mantener en la memoria del teléfono este antipático recordatorio.
¿Cómo identificar a un Don?
Lo primero es tener claro que los dones parecen personas normales. Todo bien, dos ojos, una boca y así, peeeeeeeero no tienen ma… neras de decirle a uno a la cara sus intenciones claramente. Prefieren andarse por las ramas. Pretenden ser atentos e identifican fácilmente la carencia emocional de su víctima para darle atole con el dedo. Suelen hacer gala de grandes detalles y/o acciones que lo dejan a un@ con la boca abierta, por ejemplo, Don Pendejo que viajó desde CDMX a Guadalajara en su camionetita blanca y se me plantó en la puerta de mi casa y su razón fue “Tenía ganas de verte” y yo speechless.
Cuando conocí a Don Pendejo ambos teníamos pareja, luego yo me separé, un día me dijo que él a la infidelidad ni la conocía, entonces para cuando yo lo vi en la puerta de mi casa y me di cuenta de que el tipo había pasado seis o siete horas al volante sólo para verme era claro que ya no tenía pareja ¿cierto?
La realidad es que Don Pendejo no sólo seguía en pareja; sino que en su mente yo no sólo debía adivinar/aceptar sin chistar la situación. De la experiencia con Don Pendejo aprendí que las flores por más lindas que sean siempre se marchitarán, que sin importar que él era mayor yo seguía siendo un niño autoindulgente y que los “te amo” de alcoba se esfuman al cruzar la puerta, que si no te pones list@ llegas a confundir la sinceridad con el cinismo porque este tipo de personajes creen, después de estar en tu cama planeando un viaje a la playa por semanas, ser honestos al confesar “Sigo con Fulanita, pero si te voy a hacer daño, me voy” ¡O SEEEEEEEEEEA! Recomendación, si les sucede que están con un Don Pendejazo como me pasó a mí y les llega a decir algo así, váyanse a la playa, a la luna o la Chi…na, pero lárguense.
¿Dónde habitan los dones?
¡Uy hay dones en el mundo entero! Te los puedes topar cruzando la calle o cambiando la ruta habitual para llegar a algún lugar. Como a mí cuando casi canceló una cita con una amiga por quedarme dormida, entonces para llegar más rápido tomé un atajo y ahí estaba Don Beso. Cabe mencionar que a Don Beso lo conocí dos años atrás, coincidimos en un proyecto. El día que me lo topé, me detuve, lo saludé e intercambiamos teléfonos y listo. Quedamos de ir al cine y todo bien.
Desde que lo conocí me pareció un tipo agradable y no digo que no lo sea, lo es. Charlamos sobre nuestras separaciones y las similitudes en cuanto a las relaciones de pareja tóxica y ahí empezó el “click”. Que para esto, la verdad, ni supe cómo rayos sucedió. Pero ya hablábamos todos los días. El tipo atento, siempre respondía, muy disponible (ah eso tienen los dones y doñas al inicio son toda disposición) salíamos a pasear al perro, a tomar el café y así hasta un día nos agarramos a besos. Entonces a mí casual se me ocurrió planear el fin de semana que incluía cena, baile, show y ¡ZAZ!, Don Beso me mandó un mensaje donde me decía que su ex le había dejado a los niños ese fin de semana y no podría y no pudo ni ese ni el siguiente.
Don Beso se esfumó y yo me quedé confundida con miles de “por qués” sin respuesta con una sensación de entre culpa mezclada con estupidez . Cabe mencionar que sí tuvo la deferencia de explicarme meses después qué había pasado con él y su desaparición. De la experiencia con Don Beso aprendí que, aunque se siente bien bonito vibrar y coincidir con alguien al mismo nivel de experiencia no siempre quiere decir que sea de manera positiva y que es cierto eso de que algunas veces uno se encuentra con personas que son como estrellitas fugaces, está bonito verlas y sobre todo dejarlas pasar.
¿Cómo reconocer a un Don?
Las características de los dones no distinguen raza, tamaño, edad, profesión o nacionalidad; como decía mi abuelita “en todos lados se cuecen habas”. Como es el caso de Don Chile, es chileno, ya sé aquí no fue nada original el mote, pero nada, todo bien.
Es complicado reconocerlos sobre todo si lo tienes muy cerca; sin embargo, la mejor manera es es-cu-chan-do. Así es, hay que callarse la boca y dejarlos que escupan tooooooooodoooooooo.
Don Chile se encontraba en Chile (obvio) y yo en México, entonces lo único que hacíamos era hablar y fue ahí cuando me di cuenta que las diferencias entre ambos eran abismales; sin embargo con ganas de que funcionara la posible relación, dejé pasar comentarios como “no se llora por tonteras” eso como respuesta cuando lloraba de cansancio después de correr 35km o como cuando le dije que alguien de la oficina me había acosado, me dijo “Nancy usted se da mucha importancia”.
Hasta que finalmente me negué a continuar una relación que sólo me generaba ansiedad y la repuesta fue “espero que no te arrepientas” como es lógico en un don/doña Don Chile también tuvo detalles que llegaban a opacar sus hirientes acciones como enviar regalos sorpresa de cumpleaños, en fin. El aprendizaje con Don Chile fue “Escuchar, escuchar, escuchar”.
¿Cómo evitar a los Dones?
Es importante mencionar que están por todos lados. Que entre más codependencia emocional, mayor es la probabilidad de que te topes con uno de ell@s. Sin embargo el tema no es toparte con ellos; sino quedarte con ell@s y sufrir shocks emocionales constantemente sin ton ni son porque una cosa es aprender de las experiencias; empero si te topas y te aferras a situaciones así significa repetir patrones.
¿Cómo sacar a un don/doña de tu vida?
En la vida a veces es necesario eliminar personas y otras por fortuna se eliminan solas. Es el caso de estos personajes. Sin embargo la mejor manera de asegurarte de que se queden fuera de tu entorno es expulsarlos también de tu vida virtual porque la curiosidad puede ganarte a revisar sus redes sociales y perder tu vida viendo la suya en fotografías en las que jamás estarás.
A pesar de la experiencia es posible que vuelvas a toparte con otro don/doña o recaer con el mismo en el futuro. Lo que sí es que cada vez será por menos tiempo. Me gusta pensar que cada persona que se cruza en nuestra vida se convierte en un maestro, nos brinda la oportunidad de aprender algo que contribuye a nuestra evolución, eso se agradece.
En el caso de los dones, la lección es el aprendizaje no el maestro.
¡Bonito fiiiiiiiiin!
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