Ay viene!!!!
Mi familia paterna procede de la ciudad de Hermosillo, Sonora. Hermosillo es una mágica ciudad en medio del desierto la cual cuenta con, en mi opinión, el mejor estadio de béisbol jamás hecho. Esta opinión no está basada en ningún criterio objetivo ni real, y está fuertemente apoyada por la cantidad de opciones de comida en el recinto. Claro, cuenta con los básicos como son palomitas, algodón de azúcar, cacahuates y tostilocos, pero aparte de eso hay quesadillas, costillas, boneless, dogos, hamburguesas, elotes, pizzas, sushi, tortas y por supuesto, tacos de carne asada. Este artículo no es sobre comida pero pensé que sería de utilidad por si alguna vez andan en Hermosillo y dicen “No sé si ir al estadio o no”, la respuesta es sí. Si ve. Ve por unos tostilocos al estadio y dos litros de cheve.
Lo único mejor que comer de todo en el estadio de los naranjeros, es participar en una tradicional “ola”. Ya se la saben, un lado del estadio empieza levantando las manos y/o parándose, y el movimiento se transfiere entre persona y persona hasta que llega al otro lado. El efecto visual que provoca es el de que los involucrados somos parte de una gran ola, siendo arrastrados sin opción alguna y dejándonos llevar por la energía ajena. De vez en cuando uno que otro compa reacciona varios segundos después de los demás, y se ve chistoso.
La razón principal por la cual me gusta la ola es que una vez que le agarras la onda – jaja – aprendes que sólo depende de ver con atención a las personas a tu lado. Andar al pex, pues. Cuando veas a la personas alrededor de ti levantarse, te levantas tú. Es un evento que juega con el tiempo de reacción del ser humano a gran efecto. Normalmente, la velocidad de reacción lenta que tenemos sería una desventaja, sin embargo, es esto lo que hace a una ola verse tan bonita – díganme si soy solo yo -. Lo que se crea, es la ilusión de la simultaneidad. Alguien en algún punto de la ola se levantó en el momento justo, y los demás se encuentran dentro de una campana de 5 a 10 personas de ancho. No más, no menos, y nunca a propósito.
Lo único que si no apoyo es la banda que no se levanta. ¿Qué va a pasar? ¿Te vamos a ver feo porque te levantaste? ¡Todos nos estamos levantando! En grandes estadios esta diferencia es, por supuesto, negligible. Con suficiente gente, es imposible notar si hay gente que no participó en el aquelarre.
The Mexican Wave
“The Mexican Wave” es el término con el que se le conoce a la ola internacionalmente y se traduce a “La ola mexicana”. Esto se debe a que la ola fue transmitida a todo el mundo durante el mundial – jaja – de 1986. Sin embargo, hay varias otras personas que alegan su creación. El más notorio de estos siendo Krazy George Henderson, un porrista al cual ya se le atribuye oficialmente la autoría de la ola.
Este video es la documentación más antigua que existe de la ola, y hasta que salga otro video, la autoría va para Henderson. Otros alegan que la inventaron mucho antes de esto, como Robb Weller, quien dice haberla usado en estadios antes de 1981. También se rumora que se vió en México en los sesentas, en Canadá en los setentas y en la Indy 500 en 1973. El problema es, obviamente, que no hay documentación de ninguna de estos intentos, y por lo tanto la documentación más antigua es a la que se le atañe la autoría.
Si notan en el video, esta ola – al ser la primera que se rumora existió – se siente atropellada. El camarógrafo no sabe qué hacer, es un desmadre por todos lados. Los camarógrafos hoy en día saben perfectamente cómo efectuar un fluido movimiento de cámara captando una ola como la majestuosa actividad que es.
Tipos de olas
Una vez que la audiencia mundial estaba perfectamente sincronizada con la ola, empezaron las variaciones. Dependiendo del estadio, la forma y de quien esté liderando las porras, varios tipos de movimiento se pueden lograr. Uno de ellos empieza en el medio del estadio, y se abre hacia las orillas. Otro, viceversa. Ha habido casos donde hay dos olas simultáneas en el mismo estadio (No pude encontrar documentación de esto así que su veracidad está aún por confirmarse). Uno de mis favoritos es la ola silenciosa, porque me gusta la simultaneidad espontánea. La única diferencia con la ola normal es que nadie grita, y por lo tanto tenemos que estar atentos a nuestra vista y tacto para detectar cuándo nos toca participar. Se siente como si todos fuéramos uno mismo.
La ola más larga registrada hasta ahora fue en el campeonato de Rocket League en 2019, con una ola que duró 28 minutos y 35 segundos. ¿Te imaginas? Media hora haciendo la ola. O sea, si me gusta pero no se pasen.
Como estar en dos partidos al mismo tiempo
Según Tamás Vicsek, un investigador de la universidad de Eotvos Lorand en Hungría, la ola puede ser empezada por un mínimo de 25 personas, se mueve a una velocidad de 12 m/s (o más o menos 20 asientos por segundo) y generalmente se mueve en el sentido de las manecillas del reloj. Vicsek propuso que los modelos de interpretación medios excitables podían ser usados para analizar y predecir el comportamiento de una ola.
Cada persona es considerada una unidad excitable, y es afectada por la cantidad de gente a su alrededor que está participando. Una vez que se activa, cada persona pasa por tres fases: La fase activa (pararse y gritar “wuuuu” levantando las manos), la fase pasiva en la que te andas al tiro de donde anda la ola, para por último regresar al estado en el que estás sentado y te puede pasar la ola por encima otra vez, o sea la fase excitable. Hay, por supuesto, modelos más complicados.
Ah ¿qué dijeron? ¿Que no iba a poner gráficas?
Otra observación que han hecho los investigadores (así es, son varios) es que la ola se lleva a cabo en un estadio por diversión.
Nunca verás una ola durante los momentos tensos o finales de un partido. Incluso, es mal visto por los aficionados organizar una ola durante un momento importante del partido. Es una actividad que involucra a todo mundo en el estadio y por lo tanto es un juego comunal. Uno de mis momentos favoritos es cuando una ola ha estado intentando avanzar de cierta sección del estadio por un rato. Como que la hacemos y nomás no pasa (Y digo hacemos porque nunca me negaré a participar en una ola. Es una de mis cosas favoritas.) Cuando eventualmente logramos que llegue al otro lado del estadio o que de la vuelta, me da un sentimiento de éxito y triunfo sobre la adversidad que comparto con todos los participantes. ¡Y es gratis!
¿Tienes documentación de la ola antes de 1981? ¿A tí también te gusta la ola y quieres platicar? ¿Tienes alguna pregunta que te está carcomiendo por dentro? (wow esa pregunta estuvo un poco gráfica) Déjame tu pregunta en los comentarios y encontraremos esa respuesta juntos.
Salu3, banda!
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