No están ustedes pa saberlo ni yo para contarlo, pero tengo una pequeña disquera.
Más adelante les contaré como llegué a tener una pequeña disquera y por qué. He sido parte de (o por lo menos existido en las orillas de) la industria de la música por más o menos diez años, desde que empecé a grabar y tocar como mi alter-ego solista: Nikolas Murdock [(Link a mi Spotify, obvio.)] Llegué a tocar en muchos lugares desde cafeterías y bares hasta festivales de música. ¿No me creen? Ay les va una foto, como no.
Así que cuando empecé a escribir Tengo Preguntas, me parecía obvio que eventualmente tendría que hablar sobre la industria de la música de alguna forma. Uso la palabra “industria” con mucho cuidado aquí, ya que las imágenes mentales que inspira son de organizaciones muy grandes con managers detrás de escritorios de caoba, aceptando sumas millonarias de dinero por magnos conciertos con luces y bailarines, y mi experiencia se asemeja más a un callejón con un lugarcito escondido y un wey tocando la guitarra para diez personas.
No obstante, si he hecho dinero de mis canciones, conciertos y demás, lo cual me convierte en un profesional de la industria. Y es por eso que aquí estoy para responder para ustedes una de las preguntas que me tomó más tiempo contestar: ¿Qué es, para qué es y qué hace una disquera?
¿Qué es el sonido?
Para hablar de las disqueras, tenemos que hablar de las grabaciones. Para hablar de las grabaciones, tenemos que hablar del sonido. El sonido es resultado de la propagación de ondas mecánicas, o vibraciones (independientemente de si se pueden escuchar o no.) Sin vibraciones, no hay sonido. Esto también significa que sin aire no hay sonido, y por eso no se puede oír nada en el espacio. Bueno, miento (y estoy seguro que una que otra ingeniera de audio leyendo esto ya gritó “¡Ya agarré a este wey!”) Con que las vibraciones se transmitan por un medio ya sea gaseoso, líquido o sólido es suficiente.
Ahora, una pregunta para ustedes. ¿Dónde viaja más rápido el sonido: En el aire, en el agua o a través de algo sólido? ¿Qué opinas?
La respuesta es: en los sólidos. Piensa en el sonido como una reacción en cadena. Las moléculas en el origen del sonido vibran, incitando a las moléculas a su alrededor a vibrar también. Esto se expande en todas direcciones con menos y menos fuerza (por la energía perdida en la vibración o porque el sonido se va apagando) hasta que hay una distancia a la cual el sonido ya no se puede oír. Mientras más cerca estén las moléculas, más rápido transmiten a las que están a su alrededor las vibraciones. Así mismo, mientras más alejadas estén las moléculas, más energía necesitan.
Hasta aquí voy a dejar la explicación, porque este artículo no se llama “Tengo Preguntas: ¿Qué es el sonido?”, pero si quieren aprender más sobre esto, [aquí está el link a la wikipedia sobre el sonido.] (O mándenme un mensaje y platicamos.)
Entonces, los sonidos son vibraciones. Los instrumentos musicales, el aire cuando pasa por las hojas de los árboles o la voz de tu jefa cuando se te olvidó sacar el pollo del congelador, todas estas cosas son vibraciones en el aire. ¡O sea que una canción son vibraciones!
¿Cómo se graba el sonido?
Por mucho tiempo, la única forma de consumir música era yendo al lugar en donde alguien iba a tocar música, o tocarla tú misma (sola o acompañada). Como muchas otras artes, la música obedeció por buen tiempo el espacio en el que se encontraba. En tiempos de Beethoven, la única forma de hacer una pieza de música más fuerte era agregando instrumentos; no había micrófonos o bocinas. El volumen en los recintos donde se presentaban piezas de música clásica (bueno, clásica para nosotros pero para ellos era “lo de hoy”) dependían enteramente de la cantidad de músicos en la orquesta y la arquitectura del recinto (Algunas de estas formas de difundir el sonido se siguen usando en la actualidad, como las conchas acústicas, que son una forma eficiente de transmitir sonido a distancias largas.)
En 1877, Thomas Alva Edison inventa (o patenta, porque ese wey se robaba bastantes ideas) el fonógrafo (a no ser confundido con el gramófono, el cual se inventaría diez años después y le daría su nombre a los Grammys) El fonógrafo de Edison tenía una ventaja clara sobre otros inventos similares de aquel entonces: podía reproducir el sonido que grababa. El sonido entraba por un cuerno que enfoca el sonido en una membrana, que a su vez movía una aguja (o lápiz) y ésta a su vez hacía marcas en un cilindro giratorio, cubierto de papel aluminio. Para reproducir, se usaba otra aguja que hacía vibrar una membrana que luego sacaba el sonido a través del mismo cuerno.
La gran innovación del gramófono fue que usaba un disco (muy similar a los discos de vinilo modernos) en vez de un cilindro. Esto permitía hacer un negativo del disco ya grabado y luego imprimirlo en otros discos, permitiendo la reproducción masiva de las grabaciones. Sin embargo, esto no se usaría por un buen tiempo. En 1888, Edward Easton le compra la patente a Edison y establece la North American Phonograph Co.
Usar el fonógrafo como medio de grabación y reproducción significaba que para hacer diez grabaciones tenías que tocar la misma canción diez veces o tener diez fonógrafos todos grabando al mismo tiempo, pero esto afectaba la calidad de la grabación porque no estaban todos grabando a la misma distancia, dirección, etc. (Era un pex.) Por los próximos veinte años surgirían disqueras tanto en EEUU como Europa especializadas en distintos géneros y usando cualquiera de los dos dispositivos. La popularización de la radio y la gran depresión en EEUU orillaron a muchísimas de las disqueras a la quiebra, lo cual dejó que las empresas grandotas como RCA las compraran y hicieran crecer muchísimo su catálogo.
El resto de la historia de las disqueras se reduce a quien compró a quién y cuándo y quien luego quebró y a quien vendieron, etcétera.
Bueno, y para todo esto, ¿Qué es lo que hace una disquera?
La disquera es una empresa dedicada a la manufactura, distribución y (sobre todo) promoción de su catálogo (grabaciones o másters, como se les conoce en la industria). Es una compañía cuyo producto es la música, y su trabajo es vender ese producto al público. Así que cuando digo que las disqueras se compran entre sí, más allá de las oficinas, mobiliario o personal, lo que están comprando es el catálogo. Una disquera no es nada sin sus artistas, y algunos artistas son mucho más importantes y lucrativos que otros.
¿Cómo hace dinero una disquera?
Cada vez que escuchas una canción (ya sea en la radio, en tu servicio de streaming favorito o comprando un disco) se tienen que pagar regalías a la disquera. Las regalías se dividen entre la disquera, la artista, la productora, la compositora y demás gente que haya participado en la creación del máster.
La cantidad que cada quien se lleva varía, pero esta es la razón por la cual una canción puede significar la estabilidad financiera por el resto de tu vida. Las regalías no paran de llegar mientras la canción siga siendo escuchada, vendida, puesta en comerciales, usada en mítines o simplemente cantada en conciertos. ¿Se imaginan cuántas regalías le llegan a los de Queen, por ejemplo? ¿A los Beatles? ¿A Dua Lipa y Kanye West? Aparte de las regalías, un contrato discográfico puede significar que la disquera se lleva un cacho del dinero proveniente de conciertos, mercancía del artista y demás fuentes de ingreso que pueda generar.
Entonces, la disquera se encarga de estar en una constante búsqueda por la música del futuro. Diferentes disqueras tienen diferentes propósitos, géneros y hasta formas de trabajar, invertir y repartir el dinero, pero en general buscan crear música que tenga éxito. Nadie escucha una canción y dice “Esta canción suena horrible, hay que ponerla en todos lados.” (Bueno a menos de que la artista en este caso sea hija de alguien influyente, lo cual pasa en cualquier industria.) Encontrar la banda correcta puede llevar a una disquera, y a la banda, a ser ricos y millonarios de por vida.
Para esto, hay un departamento dentro de la disquera conocido como A&R (Artista y Repertorio o Artist and Repertoire, en inglés) que se encarga de manejar el catálogo actual de la disquera, así como estar en una búsqueda constante de nuevos artistas a contratar. Cuando encuentra una, las acompaña a través del proceso de grabación, marketing y demás para asegurar que el producto sea lo más atractivo posible. Puede sonar brusco, pero en las disqueras grandes (conocidas como majors) la artista tiene muy poco poder de decisión sobre qué música se lanza y cómo. El A&R junto con la manager del artista y la productora del disco son las que al final tomarán las decisiones clave sobre qué se necesita para el éxito del disco o sencillo. Sólo artistas muy bien posicionados (Por ejemplo Luis Miguel o Mariah Carey) llegan a tener voz y voto sobre lo que se lanza a su nombre.
Ojo: Hay muchos tipos de artistas distintos en la industria de la música. Alguien que sea reconocido como compositor además de intérprete y productor de su propio material puede ser dado voz y voto desde el principio, dependiendo del contrato que firme. Sin embargo, lo más común es que el contrato discográfico le otorgue poder de veto y decisiones importantes a la disquera, en vez de al artista.
El contrato discográfico
Una vez que una A&R encuentra una banda a la que le vea futuro, el departamento legal de la disquera se encarga de generar un contrato discográfico. Estos contratos generalmente incluyen:
- Un adelanto, que es una cantidad de dinero que se le dará a la banda desde antes de grabar el material. Esta es la principal razón por la cual una artista estará interesada en el contrato. Si llegan y te dicen “Ah el adelanto van a ser dos millones de pesos” es difícil que digas que no. Este adelanto generalmente es recuperable, lo cual significa que a nadie más que a la disquera le van a tocar regalías hasta que se recupere lo invertido en el material.
- La cantidad de materiales (discos o sencillos) a ser grabados. ¡OJO! No grabados y distribuidos. La disquera se puede reservar el derecho de no lanzar al mercado un disco que haya sido grabado por la banda si no cumple con sus estándares de calidad o simplemente porque no considera que vaya a tener éxito.
- Un presupuesto dedicado a la grabación de los materiales. Esta es la otra razón por la cual el contrato discográfico es atractivo para la banda: puede que tu no tengas cien mil pesos para invertirle a la grabación de tu disco, pero Universal Music, Sony o Warner ciertamente si los tiene. Este presupuesto también puede ser recuperable.
- Un presupuesto para la promoción del material. Esta es la principal actividad de las disqueras hoy en día. La disquera se encarga de coordinar ruedas de prensa, giras, apariciones en el mixup, comerciales con telcel, apariciones en el estadio, medio tiempos y demás. Lo que sea con tal de vender ese material al público meta y los que se acerquen.
- La división de las regalías entre la banda, la disquera y otros participantes en el contrato. Es decir, si la canción genera cien pesos, ¿Cuánto se va a quién? Estas distribuciones pueden ser de muchas maneras, y muchas bandas han sido abusadas por disqueras malignas con tratos de mínimas regalías, o sin regalías en general.
Quiero agregar algo aquí. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo por hacer este artículo positivo, o por lo menos neutral sobre el poder y los métodos que tiene una disquera para generar dinero. Yo mismo soy director de una mini-disquera, y estoy seguro que hay muchísimas disqueras en México y el mundo que no tienen la más mínima intención de aprovecharse de las artistas que tienen en su catálogo. Sin embargo, la historia de las disqueras (en especial las majors, pero no nada más) está plagada de injusticias y casos en los que la artista/compositora/productora se queda sin nada o con muy poquito derivado de años de trabajo. Para ejemplos de esto pueden leer [lo que le pasó a Taylor Swift] o a [Frank Ocean] (este último está en inglés porque no lo logré encontrar en español.) No es que firmar con una disquera sea malo, al contrario; te puede dar muchísimas oportunidades que no obtendrías de otra forma así como ponerte en contacto con gente que puede avanzar tu carrera a pasos agigantados, pero tiene que ser abusada una.
¿Cómo es tener una disquera?
Ahora, la pregunta de los diez millones de dólares (O por lo menos eso espero. Depositenme.) ¿Qué significa que yo, Heberto Moreno, autor de Tengo Preguntas y amigo personal de todos ustedes, tenga una disquera? No tengo forma de hacer publicidad en China o Japón, no soy millonario como para andarle metiendo toda la lana del mundo a una grabación y no tengo contactos en cada rincón de la industria, sin embargo, lo que sí tengo es un buen conocimiento sobre cómo grabar, pulir y publicar música.
Grabé mi primer disco en el estudio de grabación de mi universidad. El estudio era sólo para uso de la carrera de comunicación, pero el encargado era buen amigo mío y me dejaba pasar el tiempo en el estudio mientras no estuviera apartado por algún estudiante. Pasé casi todo el tiempo que tenía libre varios semestres picando el botón de grabar en la computadora, luego corriendo al otro lado del estudio donde estaba mi guitarra. Tocaba lo que tenía que tocar, y corría de regreso a la compu a picarle Stop. De esta manera (y de vez en cuando con amigos que venían al estudio a pasar el rato) grabé seis canciones. Luego puse esas canciones en Spotify a través de un servicio online de distribución de música. ¡Se me hizo bien fácil! No tuve que invertir gran cosa y de paso imprimimos unos discos con unos amigos y lanzamos una “edición especial”. Hicimos diez copias.
A la fecha he grabado cerca de cincuenta canciones de forma similar: usando grabadoras de mano en cabañas en medio del bosque o simplemente en mi cuarto que después mejoré para que tuviera lo mínimo de un estudio de grabación. Lenta y dolorosamente he aprendido y mejorado mis habilidades para tocar, cantar, escribir, grabar y promocionar música, pero “dolorosamente” es la palabra clave en esa oración.
Tomó mucho tiempo de prueba y error aprender qué es lo que estaba haciendo, cómo monetizarlo y cómo hacerlo mejor. No por esto quiero decir que ya estoy ganando el dinero del mundo con la música. Tengo trabajo de tiempo completo como mucha gente en la industria, pero sé mucho más que cuando empecé.
En cierto punto me di cuenta que yo era mi propia disquera. Grababa y era dueño de mi propia música y tenía un trato con una distribuidora que llevaba mi música hasta los escuchas. Por lo tanto, una disquera podía ser alguien con una compu, una guitarra y veinte dólares. Así que hice el papeleo y fundé Bison Records, la casa de mi música y también de la mejor banda de Guadalajara: Rodeo Radio [(Link a su Spotify, obvio.)] En la disquera nos encargamos de poner nuestra música en Spotify, darle cierto grado de promoción y de distribuir el dinero que entre gracias a las regalías recabadas entre los artistas. Falta mucho camino que recorrer, pero se siente bien ser independiente y trabajar para llevar nuestra música a más gente!
¿Tienes tu propia disquera y tienes preguntas? ¿No? Tienes estemmm…¿tienes preguntas independientemente de que tengas una disquera o no? ¿Eres artista y quieres mandarme tu demo? Déjame un comentario o mándame un mensaje en el Instagram o un sms o de plano una paloma mensajera. No importa. Aquí estoy para escucharte.
Ah y Bison Records, ¡forever!