La dupla de Saratoga Springs, formada por Sarah Barhel y Josh Carter, descargó en el Teatro Estudio Cavaret las canciones pop con precisas bases electrónicas y rock que componen su breve discografía (Eyelid Movies de 2009 y Voices de 2014) por primera vez en Guadalajara.
Debe ser maravilloso para una banda como Phantogram, la cual apenas arrastra unos cuantos años en su trayectoria musical, que justo antes de salir al escenario te des cuenta de que el foro donde te presentarás está lleno. Si a esto le sumamos que la sala es el Teatro Estudio Cavaret, un espacio que no sólo despide intimidad, sino que tras los nueve años que acaba de cumplir con las puertas abiertas, es garantía de presentaciones intensas.
Estas condiciones se pusieron a prueba cuando tempraneramente sonó el primer tema de la noche: ‘Nothing But Trouble’, canción que también abre su placa de más reciente manufactura, Voices que fue editado el año pasado. Sarah Barthel, Josh Carter y sus músicos de soporte que los acompañan desde 2013 (Nicholas Shelestak en la guitarra y sintetizador, y el bateristaChris Carhart) tomaron desprevenidos a las personas que apenas iban buscando un lugar adecuado para disfrutar del espectáculo, que se surtían de bebidas o incluso que apenas llegaban con tranquilidad.
Qué manera tan irónica de recibir al público. Un track que en su letra recita la frase “No me escuches, únicamente soy un problema, hay maldad en mí”; y es que la oscuridad en esta dupla ha sido una de sus características desde los lanzamientos de sus primeros Eps. Las siguientes canciones interpretadas sirvieron para traer a memoria estos tiempos, los del debut de larga duración, Eyelid Movies, y satisfacer a sus fans tapatíos que los esperaron por más de cinco años para escuchar en directo piezas como ‘Runnung From The Cops’ y ‘As Far As I Can See’.
Sobre el escenario, la presencia de Barthel fue el factor clave para que el show tomara aires sicalípticos: unos brillosos pantalones estilo disco, su sensual blusa que dejó a la vista los costados de su cuerpo y la voz picante que posee provocaron los eufóricos gritos por parte de sus seguidores que, cuales esclavos, obedecieron a la neoyorkina cuando les pidió que todos movieran las manos sobre su cabeza durante los coros de ‘Black Out Days”.
Desde el otro micrófono, y con la guitarra colgando la mayor parte del tiempo, Carter alternó con su compinche musical mientras tocaban algunas canciones que fueron transportadas al directo con una fórmula pop más conmovida y recargada. El tiempo se fue volando sobre las ondas de los beats eléctricos. Cuando las secuencias anunciaron ‘Fall In Love’, las exclamaciones de los fans subieron de nivel; desenfundaron sus dispositivos móviles y comenzaron a grabar o fotografiar la figura de Sarah que bailó con la intensidad que les exige este single redondo, de maravillosos samples, cuerdas y sintes, que sirvió para consolidarlos. Luces intensas se proyectaron durante todo el concierto, reventando la atmosfera entre distintos colores que jugaron con los cuerpos de quienes bailaban sin parar. ‘Howling At The Moon’ y ‘When I’m Small’, una de las favoritas para la dupla, sonaron antes del encore.
Tras aplausos, Phantogram reapareció en el entarimado del Cavaret y dispararon el tema estrella de su primer EP: ‘Moyuthful of Diamonds’, otra esperada de la noche. En seguida, y para despedirse con un “nos vemos en la próxima ocasión”, ejecutaron‘Celebrating Nothing’, complaciendo a sus seguidores que terminaron pasmados y salieron de un concierto que, para ahorrarnos más palabras, simplemente fue sorprendente.
Texto Daniel González Rincón – @LamesadelRincon
Fotografías de Antonio Zurita para Ka Volta