No se ni que escribir de COME ni siquiera tomé suficientes fotos, que no se vean tristes.
Este festival de sabores, está dedicado a celebrar la COMIDA y la bebida de creadores y productores jaliciences, a través de comidas y cenas maridaje, catas, presentaciones de chefs, degustación de productos etc. Todo eso sonaba muy bien, y se que muchos de los chefs que estuvieron le dedicaron tiempo, esfuerzo, y dinero claro, para estar allí luciendo su trabajo, y se notó; sin embargo la logística del evento, y la experiencia en las actividades en el parque, dejaron mucho que desear.
La contaré tal cual la viví, mi intención no es dejar a nadie mal, si no espero que tomen algunas notas para que la próxima edición la hagan mejor. (Espero que no nos veten)
Fui el día Domingo, el que había reservado en especial para el evento, para recorrerlo totalmente puesto por puesto, llegué temprano para poder escuchar a los chefs que tenían presentación ese día, y que ya habíamos visto en un demo una semana antes.
Pasado el estacionamiento, ya en la entrada del recinto no había una sola señal que dijera algo. Las personas que estaban allí de staff (o eso creí yo), ni siquiera me preguntaron si tenía boleto o quien era. Pensé que habría algún módulo para prensa y/o donde pudiera encontrar por lo menos un listado de los restaurantes o marcas presentes, y no, no había nada.
Seguí el caminito que ya conozco por tanto asistir a otros eventos hasta que topé con unos guardias de seguridad, los cuales apenas me dijeron – “dele el boleto a él”. Entré sin mayor trámite, y empecé a caminar a la nada porque no había señalamientos, sólo vallas que limitan el paso.
Al fondo se veían las carpas. Al primer lugar que llegamos fue a donde se encontraba la Villa Italiana, que por la hora – pensaba yo – estaba muy soleada y solitaria (por cierto supe que era la Villa Italiana por la nada agraciada Torre de Pisa), allí sólo encontré a UN, si UN puesto que tenía lasaña y unos pedazos de pizza rellenos y otros que tenían una increíblemente deliciosa Pizza Frita, eran además los únicos que tenían productos de importación italianos. Seguí caminando y di con algo que supongo era la Villa Poblana, al frente estaba el escenario donde los chefs presentaban a pocas personas sus propuestas, no vi nada en esa zona – que no fuera mole – ¿Y las semitas? ¿Será que no me fijé bien? Vi también a unos chicos asando unas hamburgesas en condiciones bastante deplorables; y otros que parecían interesantes fueron los que ofrecían choripanes, pero yo estaba buscando algo nuevo. (?)
“Si yo que sé de qué trataba y a donde se supone que tengo que ir estoy totalmente desorientada no imagino a la gente sin conocimiento.” (Fue mi pensamiento todo el evento).
Seguí caminando y di con lo que también asumo era la Villa Cervecera y la Villa del Agave, igual solas, y había algunas sin expositores. (Insisto, creí que había llegado demasiado temprano)… a estas alturas yo seguía tratando de encontrar un “letrero” que me dijera “usted está aquí y el Tasting Room está allá”. Seguimos caminando y noté al fondo un lugar al que creí no haber entrado… y al final, el famoso Tasting Room: una carpa con ~30 expositores, principalmente bebidas y quesos. Los más exitosos eran los de la cerveza industrial Bohemia que daban cervezas en un pequeño lounge, con silloncitos.
Los del vino, una muy buena casa – no se si porque ya era el último día – daban las degustaciones y la información muy “a fuerzas”… Allí fue cuando empecé a notar a algunos chefs, y representantes de marcas con cara no muy amables, como si algo hubiese pasado, y escuché a una persona con tono norteño decir: – “… está muy solo para ser Guadalajara.”
Me pregunté si los chefs estaban “molestos” porque la mayoría de la gente, parecía que solo llegaban a comer y beber sin siquiera preguntar mayor información, solamente arrimaba la copa de cortesía y ni siquiera preguntaban qué estaban bebiendo o tomaban una tarjeta o mínimo daban las gracias. No se, uno espera que la gente que va a estas cosas es conocedora o por lo menos está interesada.
Después de estar allí interrogando un poco a los que se dejaron y que aún tenían buena cara como los de los chiles, salsas y rompopes de Yahualica, (que fueron muy amables y hasta con muestras salí de allí – luego les cuento más de esas salsas -), regresé a los otros pabellones a ver qué más podía encontrar. Me dirigí a la Villa Gourmet, donde creo que encontré de las cosas más relevantes, y la gente menos atufada, todas ellas bebidas, galletas, quesos y jaleas; entre las que tenían propuesta estaban el agua de aguacate, un licor de nuez y almendras, otro de chocolate y café y finalmente quesos mexicanos. De todos ellos llevé productos a casa.
Nos seguimos hacia la Villa Cervecera, donde muchos de los que nos atendieron fueron muy atentos (conocimos 2 marcas que definitivamente pronto verán en #Cocina); y al llegar a la Villa Agave, saludamos a algunos de nuestros amigos mezcaleros que estaban preparando cócteles… solos. Raro el que paraba hasta allá a ver que ofrecían.
Entre todos mis recorridos e interrogatorios charlé por casualidad con una estudiante de Cocina y me comentó que había estado en las comidas del día anterior, para ella preparar los alimentos había sido una gran experiencia por lo que aprendió de los chefs con trayectoria.
A mi manera de ver COME2017 no fue lo que se nos prometió – en su comunicación -, así que no imagino que pensará la gente que pagó por entrar a las diferentes actividades y que no pasó lo que se decía.
Bebimos más de lo que comimos, no solo por lo que era “gratis”, si no por la oferta, que en su mayoría eran jaleas, mermeladas y preparados de ese tipo, y bebidas alcohólicas. La mayoría eran productos muy, muy buenos, y sus productores de alguna u otra manera se las arreglaron para hacerle pasar un buen momento a los visitantes, al final de cuentas clientes potenciales, haciendo las cosas más fáciles, como compartiéndose las terminales para pagar con tarjeta… pero para mi la propuesta de alimentos, conociendo nuestra gran variedad que tenemos, era muy limitada.
Para mi fue más BEBE que COME… ¿Y para ti como fue este Festival? Me encantaría escuchar otras opiniones.
[information]Agradezco mucho las atenciones que las RPs tuvieron con nosotros, información brindada previo al evento; y también a los chefs que se nos acercaron que fueron muy, muy atentos.[/information]