¡Un nuevo día, viernes, una nueva oportunidad! WHAAAAAAT?! ¿VIERNES? ¿Otra vez ya es viernes? Pero ¿Cómo? ¿En qué maldito momento? ¡Estúpido jueves! ¿Por qué me haces esto otra vez?
Respira. Inhala, exhala, inhala, pero con “cui” no te vayas a hiperventilar y ni modo que Chuchú, el gato, te auxilie ok, ok, ok todo fine. Ahora sí, ya más relajada, vamos a ver qué hacer con todo este tiempo: viernes, sábado y DO MIN GO. Lo primero es encontrar nuevos pasatiempos porque eso de tirarse en el sillón a ver Netflix no te va a ayudar. Además esa cuenta la sigue pagando el Sr. H y cuando entres te vas a dar cuenta que sigue viendo “Better Call Saul” sin ti y te va a dar «Llévame Dios mío» o peor aún ya cambio la contraseña.
Mejor piensa en todas las cosas que quisiste hacer y no podías porque estabas en tu papel de esposa abnegada. Si lo piensas bien dentro de ese papel había otros más. Eras como Eddie Murphy en sus películas interpretando todos los papeles y a ti no es que te pagaran precisamente. Fíjate la hacías de life coach, nutricionista, entrenadora, cenicienta siglo XXI, cocinera, panadera, mandadera, niñera, enfermera, lavandera y consejera. Además te hacías cargo de lo que quedaba de tu vida tratando de convertirte un ser profesional y aparentar estar feliz todo el tiempo con las largas visitas de Mami Suegri en el nido marital, o sea sí te caía bien y ajá, pero dos meses es too much para cualquier visita suegril.
Por otro lado, también lo hacías super bien en las reuniones con sus friends donde simulaste súper bien pasarla bomba. Bueno, bomba, bomba precisamente no, pero al menos no se notaba que te dolía el alma al estar ahí.
Recuerda aquel año nuevo que pasaron con esa amiga suya y sus tendencias hipsterinas con la cena estilo oriental. Te tragaste todo de muy buena gana aunque sabía biiiiiiien feo. Luego lo bien que lo hiciste cuando puso los vasos con huevo tibio revuelto con mariscos sobre la mesa casi te pones a llorar porque dijiste que el huevo solo se come de día para evitar así el nauseabundo platillo. Te lo creyó todito.
O como cuando fuiste a la dizque carne asada especial del jefe del Sr. H. Ay no, ese día fue de «And the Oscar goes to…» soportando a la ridícula de la esposa del jefe haciendo gala de sus aires de señora de sociedad regiomontana, con el techo del jardín lleno de moscas y el tipo que dizque tomó un curso que para ser parrillero profesional y su carne toda horrible. Otra vez te comiste todo, todito sin chistar. O la vez que fuiste a la cena esa con la amiga ranchera y su novio que se creía gracioso y no era gracioso, te reíste sinceramente de todos sus malos chistes…
¿Ves mujer cómo estás llena de talento desperdiciado? Mira no sabemos bien cómo lograrás librar los siguientes fines de semana en esta reciclada etapa, o hasta que encuentres a tu próximo marido, pero es importante que reconozcas tu talento y le des forma antes de que te deformes.
- Desde hoy a correr por todas las calles, sirve que conoces.
- Te me pones a dieta porque de plano la única marca que tienes en el abdomen es la del resorte del calzón papalote.
- Buscas clases de actuación.
Piensa qué bonitos te salían los performances orgásmicos, dignos de ovación de pie ¡GOOOOOOOOOEY, ERES UNA ACTRIZ NATA!
¡Bonito fiiiiiiiiin!
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