Bienvenidos de regreso a Tengo Preguntas: Donde a veces respondemos preguntas sobre ingeniería de audio porque el autor tiene una obsesión.
Recientemente completé un proyecto que había sido una idea por mucho tiempo: cablear un teléfono viejito para poder usarlo como micrófono. Muchos ingenieros de audio, productores y músicos tienen una amplia colección de instrumentos de audio de muchas calidades y precios.
Para lanzar una canción al mercado hay tres etapas principales: Producción, Mezcla y Masterización, y las tres pueden disfrutar de una amplia variedad de técnicas e instrumentos tanto análogos como digitales.
Para masterizar una canción, que significa asegurar que la canción se escuche bien sin importar en qué tipo de bocina, se usan bocinas viejitas de computadora, de carro, radios baratos, las de peppa pig y bocinas chinas de las del centro para probar y calibrar la canción. Esto, aunque pueda parecer contraproducente, es necesario para estar seguros que todos van a disfrutar de la canción a lo mejor de nuestras capacidades como productores, músicos e ingenieros.
En la mezcla, se usan herramientas como compresores y ecualizadores específicamente al gusto del ingeniero, productor o artista, para emular ciertos sonidos (o colores, como se les conoce en el negocio.) No importa si la herramienta que usaste es vieja. Incluso a veces es preferible que lo sea. Conocí a un guitarrista que se jactaba de que su amplificador era el mismo que el de Slash, y no es poco común escuchar que alguien completó su estudio con la misma consola que se usaba en algún estudio famoso como Abbey Road, Motown o Electric Lady.
Así mismo en mi etapa favorita, la producción, el artista puede estar buscando emular una calidad antigua (o vintage) para darle un sentimiento distinto a la canción. Hay mil y una formas digitales de obtener el efecto deseado, y muchas de las herramientas que ya he mencionado han sido digitalizadas y están al alcance de un click y trescientos dólares. Seguro has escuchado canciones que suenan como si fueran de baja calidad, o con mucho autotune, instrumentos distorsionados y demás. Uno de mis discos favoritos que hace uso de texturas que normalmente serían consideradas errores es 22, A Million de Bon Iver. Escúchenlo y van a saber exactamente de lo que hablo.
A veces, por más que le pongas plugins (como se les conoce a las digitalizaciones o efectos que usamos en la compu) a la pista, nomás no va a sonar exactamente como quieres. O quizás estás buscando algo más tangible. La música es después de todo un arte, y lo que sientes al hacerla o al escucharla afecta tu percepción de la misma. Esto depende también del artista, productor e ingeniero. Hay artistas que prefieren la seguridad y estabilidad que provee el estudio de grabación, y hay otras que les gusta grabar en la naturaleza o en lugares menos tratados.
Yo soy muy fanático de los métodos raros y de bajo presupuesto de producción y grabación. Tengo un disco que grabé de principio a fin en una cabaña en Valle De Bravo, Estado de México. La cabaña no estaba tratada acústicamente y estuvo lloviendo buena parte del tiempo que me quedé ahí, y todo ese sonido está en el disco. Dependiendo de lo que esté grabando, esto puede ser bueno o malo. Para este disco en específico, siento que le da una cercanía pura entre el escucha y el autor, que fue mi objetivo con ese material. Ustedes díganme.
La idea, entonces, era tener un micrófono que fuera igualito a un teléfono normal, y que pudieras grabar voces y canciones como si estuvieras hablando por teléfono. Quería recordar momentos en cabinas telefónicas y texturas de audio que ya no existen. Así que, en búsqueda de este tipo de emociones y texturas sónicas, mi novia Denisse y yo fuimos al mercado de antigüedades de Av. México para conseguir un teléfono viejito y conectarlo a un cable de micrófono normal. Encontramos algunos que ya no servían y los compramos. Ahora solo había que desarmarlo y conectarle un cable.
¿Qué es un micrófono?
Para comprender lo que tuvimos que hacer con el teléfono, es importante que sepan lo que es un micrófono y qué tipos hay. Primero que nada, como aprendimos en Tengo Preguntas: ¿Qué hace una disquera?, el sonido es vibraciones en el aire y en lo que nos rodea. Si nada está vibrando, nada está sonando. Cuando estamos en un espacio vacío y grande, como una bodega o un hangar, los sonidos hacen vibrar el aire a nuestro alrededor, y estas vibraciones rebotan libremente con las paredes del espacio causando ecos y reverberaciones. Mientras más cosas hay en el espacio (y mientras más chico es el espacio), menos vibraciones alcanzan a rebotar con las paredes y el sonido se calla más pronto.
Así que para grabar el sonido, lo que necesitamos es algo que se mueva con suficiente libertad y precisión como para luego poder interpretar esas vibraciones en otro medio. Así que los micrófonos cuentan con un diafragma. Un diafragma (por definición) ****es una membrana que separa dos secciones de algo. En nuestro cuerpo, tenemos un diafragma que separa el tórax del abdomen, y es el encargado de nuestra respiración. Cuando inhalamos se contrae expandiendo nuestro pecho y creando un vacío que mete aire a nuestros pulmones. Cuando exhalamos se relaja y expele el aire por nuestra nariz, boca o ambos. La mayor parte del tiempo lo hace involuntariamente, excepto cuando te acuerdas que lo hace (como ahora jaja.)
El diafragma de un micrófono no se contrae y expande voluntariamente, sino que lo hace con la vibración del aire a su alrededor. Cuando el diafragma vibra, mueve una bobina que está conectada a corriente, convirtiendo las vibraciones en pequeños pulso eléctricos que viajan a través del cable hacia un amplificador para (valga la redundancia) ser amplificados. Esta estructura de bobina + imán + cables a corriente se utiliza también en todo tipo de instrumentos eléctricos y electrónicos como perillas, servomotores y otros tipos de sensores.
Dependiendo del tipo de micrófono, y aplicación y costo, su diafragma puede ser grande o pequeño. Los diafragmas pequeños captan muy bien las frecuencias altas y en limitar su área de grabación. Los micrófonos de diafragma grande tienen más sensibilidad y captan un área más grande, lo cual dificulta a veces que no graben sonidos del entorno. Los micrófonos de diafragma pequeño se usan para pianos, tarolas y guitarras acústicas, y los de diafragma grande para vocalistas, bombos y para grabar cuartos enteros.
¿Qué tipos de micrófonos hay?
El título del diagrama anterior te da una pista de que no todos los micrófonos son iguales. Todos convierten las vibraciones en voltaje que luego viaja a un pre-amplificador para ser escuchado, sin embargo lo logran de maneras distintas. Los micrófonos dinámicos funcionan como el de arriba; usan imanes y electromagnetismo para crear electricidad. Esta electricidad se pasa a un transformador, que lo envía a la salida del micrófono para ser amplificado. Estos micrófonos son muy buenos para grabar sonidos muy fuertes y en entornos donde hay muchos sonidos por todos lados. Son los que usualmente ves a los cantantes usar en los conciertos. También se usan para grabar instrumentos y muchas otras cosas.
El otro tipo de micrófono (de los que voy a hablar ahorita, porque hay más) se llama micrófono de condensador. Este es el que has visto en cualquier escena de televisión o cine en el que haya alguien grabando en un estudio de grabación. Estos micrófonos sirven para grabar sonidos mucho más discretos, y no son muy buenos para sonidos fuertes. Mientras mejor sea el micrófono, más detalles logra grabar.
Los micrófonos de condensador también tienen un diafragma, pero este está formado por dos plaquitas de metal super delgadas entre las cuales se crea una carga estática. Este diafragma vibra igual que el de un micrófono dinámico, creando una señal eléctrica. Para crear la estática entre las plaquitas se necesita mandar electricidad externa al micrófono. A menos de que el micrófono cuente con una batería propia, a la electricidad que tenemos que mandarle le llamamos Phantom Power.
Pregunta Extra: ¿Los micrófonos pueden grabar cualquier sonido?
Algo muy interesante del sonido es que no importa cuántos instrumentos haya en el escenario o cuántas voces tengas en el coro, puedes grabarlo con un sólo micrófono. No va a tener la calidad y el detalle que tendría si usaras más y los posicionaras estratégicamente por el escenario, pero la onda producida por las vibraciones tendrá toda la información sobre la combinación de sonidos que estás escuchando. Las distintas vibraciones se suman, restan, cancelan y amplifican las unas por las otras produciendo una sola onda que contiene toda la información necesaria para reproducir el sonido.
Algo que siempre digo en mis clases de ingeniería de audio para principiantes es que “Cualquier micrófono es micrófono.” Por más baratos o caros que sean, todos los micrófonos son esencialmente lo mismo y graban los mismos sonidos. Lo que diferencía un micrófono de baja calidad a uno de alta calidad es el rango de frecuencias que alcanza a detectar y transmitir, pero las características generales de la onda que captan es la misma. Incluso nuestro micrófono teléfono capta lo mismo
El proceso de mezcla del que hablamos anteriormente consiste en combinar las ondas y la información obtenida por distintos micrófonos hasta que obtengamos una sola onda (bueno técnicamente 2, L y R o izquierda y derecha) para producir un máster (el producto final.)
¿Qué son las bocinas?
Hemos llegado a uno de mis detalles favoritos del audio, y es que las bocinas son en realidad membranas que vibran y producen sonido. El diagrama de una bocina es casi igual al de nuestro micrófono dinámico, pero la corriente eléctrica va en el sentido contrario. La bobina recibe una corriente eléctrica que hace que se mueva con el imán y vibra una membrana que produce sonido.
¿Les salió una pregunta de eso que acabo de decir? Algo así como “Querido Heberto: Si los micrófonos son bocinas y las bocinas son micrófonos, ¿podemos grabar con una bocina y reproducir sonido con un micrófono?” La respuesta es: ¡Sí! Obviamente no son para lo que están diseñadas, pero lo único que debes hacer es revertir el flujo de la electricidad hacia uno o el otro y verás que se puede.
De hecho, esto nos trae de regreso a nuestras aventuras con el teléfono, ya que ¡el micrófono de un teléfono es de condensador! Esto complica el asunto porque tendríamos que estar midiendo la cantidad de potencia que mandamos a este micrófono, y sólo lo podríamos usar con consolas que cuenten con el anteriormente mencionado Phantom Power.
Ahora, si tú fueras yo, ¿Qué harías? ¿Cómo resuelves este problema? Si respondiste “Usaría la bocina del teléfono como micrófono.” entonces estamos conectados y posiblemente somos la misma persona como en Fight Club. Es precisamente lo que hicimos. Usamos la bocina del teléfono y la conectamos a nuestro cable para usarla como un micrófono que no necesita que le mandemos electricidad. Y con eso, obtuvimos nuestro nuevo (viejo) micrófono que podemos usar para grabar lo que nosotros queramos.
Hay pocas cosas como el sentimiento de conectar todo por fin (después de una tarde de aprender a soldar electrónicos) y que funcione a la primera, pero eso fue lo que pasó en cuanto conecté el teléfono. Así se ve el producto terminado:
Y aquí está una grabación que hice con él, muy rápido:
¿Suena como pensabas? ¿Que tal tu conocimiento de los micrófonos ahora? ¿Son más sencillos de lo que pensabas? Espero que hayas aprendido algo que puedas repetirle a tu familia o amigos, y que quieras aprender más ahora. Si tienes alguna pregunta que quieras responder, ponme a trabajar para contestarla. Déjamela en los comentarios aquí o mándame un correo a la dirección que está en mi perfil. ¡Saludos!