Estamos a la moda, usamos moda, pero al final del día, muy pocos tienen cultura de apreciación de la moda.
Digamos que no hay en el Manual de Carreño un apartado específico, sobre cómo comportarse en eventos de moda, ni sobre qué actitud tomar. Tampoco hay un manual de “uniforme social” o por lo menos un protocolo claro de qué vestir. A veces ni los mismos organizadores tienen clara esta parte; y mucho menos se creado una cultura de apreciación de la moda, sobre todo en México. Sin embargo, son cada vez más los eventos que tenemos en el país, y en todos y cada uno de ellos, vemos al clásico – no se que hago aquí, ni que estoy viendo –.
Después de algunos eventos en Diciembre y ahora otros en Enero, sigo preocupada por la apatía e ignorancia de un gran porcentaje de los asistentes a desfiles.
Los asistentes a desfiles
Los socialité o influenciadores (que no tienen relación con la moda)
Hablo de quienes no son fashionistas, ni medios, ni conocedores, los que asisten al evento por invitación, asumo yo, de las listas o bases de datos de socialité de los publirrelacionistas. Totalmente válido, sin embargo, acuden faltos de cultura urbana, modales y buenas maneras. Desinformados de lo que van a ver… y sobre todo con el objetivo único de “tengo que estar sentado en front row”.
Estas personas, muchas veces, lejos de enriquecer el evento, de pronto lo demeritan, por la actitud que toman. Tratando de colarse antes que los demás. Sentándose en lugares asignados a prensa o reservados, sin la más mínima intención de moverse. Haciendo caras aunque se les indique que el asiento es para alguien más. No solo eso, sino que además “apartan lugar” con abrigos y bolsos, cuál señora en misa. Y todavía se ponen en plan de diva, intentando alegar cualquier impedimento y diciendo cuántos seguidores tienen en alguna red social.
Mi consejo para algunos pseudo fashionistas o quienes apenas se están iniciando en el tema es: bajense del ladrillo, y aprendan que también se puede apreciar un desfile desde segunda o tercera fila. Aprecia lo que se muestra y valora que cuando por fin se nos asigne un «front row» será por mérito propio.
Por otro lado están quienes entran con “botanita al evento”…
Papas, soda, coctel, dulces, etc, y están mascando a todo lo que da, todo el tiempo, agachándose cada tres minutos por la bebida que colocaron a un lado. Entre estos molestos vecinos, también están los que toman video con su celular ó tablet, con luz encendida y/o flash; y los que se roban los “regalos” de los asientos de primera fila, cuando ellos están sentados en segunda o tercera fila.
Sobre la vestimenta, esta vez sí seré un poco más benévola. Hemos evolucionado, al parecer algunas ya saben la diferencia, entre vestido de cóctel, formal, trabajo, antro y vamos a llamarle “fichera”. Y tratándose de desfiles, generalmente le «atinan», más que cuando es un evento de gala.
Los que no tienen idea de qué están viendo
Para cerrar, también presentes están los que no tienen idea de que están viendo, ni quien es el diseñador. Mucho menos saben si el desfile es de calzado, accesorios, o ropa; pero eso sí, posan para el selfie de “estuve en el desfile de tal o cual diseñador”. Lo peor de todo esto, es que pasa que ni los fotógrafos saben de qué trata lo visto sobre la pasarela… y he visto desfiles de zapatos con los pies cortados.
Al salir de los eventos, nos encontramos con quienes están extasiados por lo que vieron o los que definitivamente están perdidos, quienes además se quedan con la idea de que las prendas “solo están hechos para el show” (debo dejar de escuchar pláticas ajenas), lo cual nos lleva a un mercado que aún no reconoce a la moda, que a sus ojos los diseñadores mexicanos son como una especie de freak show, o artista plástico.
¿Es culpa del organizador?
Les reprocho, entonces, al equipo de los que organizan desfiles “de antro”, porque lo único que están haciendo es “elevar egos”. También a los organizadores que no asignan un espacio para prensa, pero eso sí, esperan que se les hagan maravillosas reseñas, después de que uno tuvo que “averiguar/pelear donde sentarse”.
Debo ser muy clara, nos falta mucho para ser un país con cultura de apreciación de la moda.
Reconozco al 100% a muchos otros de los organizadores de eventos, que se esfuerzan por tratar de cultivar a la gente, ya que no es una tarea fácil. Repito, nos falta mucho, pero mucho más esfuerzo, y por lo menos nos restan otros 5 a 10 años más de estar sobre lo mismo, para crear una sociedad más familiarizada con el tema de la moda, ya que al parecer en México, la gente no aprende más que a manazos. | #LunesEnTacones de Ana Volta, #KaVolta 🖤. Publicado originalmente el 20 de enero 2013, editado en 2024… y la cosa sigue más o menos igual.