Algunos meses han pasado desde mi último 30 Days Of Change formal. Si me preguntan no sé exactamente por qué deje de hacer ejercicio. No sé si estaba cansada mental o físicamente pero me decía a mi misma “agote mi fuerza de voluntad” “me la acabe”
¿Te ha faltado amor propio? Para mí todo comenzó cuando agarre varios clientes en la agencia de diseño y contenido en español que monte. Estaba trabajando tantas horas y me iba a dormir tan tarde que había gastado mi energía diaria. Y claro “ya no me quedaba voluntad” para hacer ejercicio a la mañana siguiente. El problema continuó aun cuando había terminado la racha de carga de trabajo. Seguí repitiéndome ese mantra destructivo en la cabeza. Me lo creí por completo.
Empecé a buscar cómo solucionarlo. Me sentí atorada. Lo conversé con mi esposo, lo platiqué con amigos, leí libros y artículos sobre “el burnout”, y sobre cómo construir una rutina saludable, de como retomar los hábitos de como darme amor propio. Al final sabía que tenía que hacer pero algo no estaba funcionado. Así que tuve que hacer una regresión a cuando deje de hacer ejercicio:
Tenía un mal pensamiento que se alimentaba cada mañana: Despertar temprano ➡️ “¿hacer o no ejercicio?” ➡️ “No, no tengo voluntad”. ➡️ No hacerlo, satisfacción inmediata. ➡️ Sentirse miserable el resto del día por no hacer ejercicio. 🔁 Repetir la mañana siguiente.
A eso podemos sumarle uno que otro arranque de ansiedad saciado con bocadillos como pastelillos que a la larga también me hacían miserable.
Cuando finalmente descubrí esto decidí poner acción. Sabía que necesitaba el cambio y por eso había empezado a buscar respuestas: ¿cuál era? Regresar a los ejercicios (la dieta más o menos seguía allí) – 30 Days of Change – yoga – o lo que fuese – ¡ejercicio!, pero sobre todo ¡Romper el ciclo de destrucción y pensamientos negativos!
No solo 30 Days of Change, mejor 365 días amor propio
En medio de la reflexión decidí que no se trataba de solo 30 días de cambios y ya. No quería pensar en esto como una dieta momentánea que “tengo que hacer”, si no pensar como un “yo soy una persona que hace ejercicio”. Así que me he preparado mentalmente para 365 días de actividad física, alimentación sana y nutrir mi mente con buenos pensamientos. Las tres cosas juntas: cuerpo-mente-espíritu, que son los tres fundamentos para llevar una vida más armoniosa.
A la par he decidido alimentarme espiritualmente con meditación y espacios para estimular la creatividad. Leer, aprender un idioma, escuchar más música y escribir más. Espero que con el tiempo esto me permita estar en mejor conmigo misma.
Este es mi propósito de año nuevo: 365 días de amor propio ¿Cuál es el tuyo?
Por cierto… ¿Qué te pareció el cambio de nombre? En el próximo “Lunes, ¡en tacones!” te cuento cuál fue el fundamento para cambiar esto.
Sobre la ilustración. Me inspiré en los “mudra”, una serie de gestos que según el hinduismo, poseen cualidades específicas que favorecen al propio practicante. En este caso muestro tres:
– Surya, espacio y agua. Representa el cuerpo y el metabolismo.
– Buddhi, espacio y tierra. Representa claridad mental
– Gyan, espacio y aire. Ayuda a la concentración y a introspección
1 comment
Comments are closed.