La segunda casa tequilera más importante en el mundo es Casa Sauza. También es una de las más visitadas en este fantástico Pueblo Mágico. Recientemente han dado apertura a un nuevo restaurante llamado “La Cueva de Don Cenobio, junto a banquetes y eventos D´Rey.
“La Cueva de Don Cenobio” que está dentro de la quinta “La Floreña” de Casa Sauza, conserva el espacio y paredes de esta finca antigua donde vivía los primeros dueños de esta tequilera.
Por: Ana Volta, @anavolta
Fotografías: Emanuel Gonzalez @emanuelglezphoto
Este lugar s con la idea de que los visitantes a Casa Sauza y a Tequila, Jalisco tengan la oportunidad de degustar la cocina mexicana, con un toque de autor.
La chef Karla Castro está encargada de la cocina, con una amplia experiencia que desarrolló en Guadalajara, Playa del Carmen y España. Basa el sabor y la inspiración de su cocina en los platillos que tradicionalmente preparaban su abuela y su madre. A los que ha agregado un toque gourmet y hecho un diferenciador en la presentación.
La cocina
Lo que se degusta en La Cueva de Don Cenobio está preparado con ingredientes de temporada y que se encuentran en la región. Esto nos garantiza la frescura de los alimentos, y al mismo tiempo un sabor único.
Durante nuestra visita pudimos probar distintas cosas. Como primer tiempo, los camarones ahogados, que están curtidos en leche de tigre (salsa con la que se baña el cebiche), chile piquín y chile de árbol. Propuesta picante gusto de la costa de Jalisco.
Junto a este se nos presentó una ensaladita de quelites, en México quelites son cualquier hierba comestible. Esta temporada tocan las verdolagas. Encima tenía una dotación de semillas tostadas. Al centro un preparado de jocoque y queso cotija, y a su lado un aliño de tomatitos cherry (de la región puntualizó la chef) bañados en una salsa pesto de epazote. Estos tres juntos sobre una tostada raspada hacían que tu paladar sintiera una epifanía. Definitivamente recomendado para pedir como entrada.
El segundo tiempo estuvo compuesto por dos platillos. Primero un block de birria. Sí, literal un ladrillo de birria compactada y dorada por sus 6 caras. A un costado un espejo de mole poblano y un poco de puré de camote. Lo más extraño fueron el acompañamiento de nopales curados, que estaban finamente rallados, tanto que no hubieras imaginado que era nopales. Este platillo es delicioso aunque creo que habría sido aun mejor si junto a él viniera una pequeña jarrita con jugo de birria para remojar.
La otra propuesta para este tiempo eran unos tamalitos de cola de res envueltos en hoja de plátano. Eran tres pequeñitos pero llenadores dispuestos en una torre, que era acompañado de un mole “de Nina” la abuela. Es decir este espejo color naranja era un mole inspirado en la receta de su abuela.
Para cerrar, como tercer tiempo y postre llegaron a la mesa 3 preparados muy tradicionales de Jalisco: churros con cajeta, nieve de garrafa y la jericaya. Los churros estaban sumergidos en cajeta y un mousse de limón, ideal para compartir, mientras que la nieve de garrafa de crema de tequila y la tradicional jericaya son más individuales.
De visita en Tequila, parada obligada La Cueva de Don Cenobio
La Cueva de Don Cenobio es un restaurante para encantar a visitantes, que gustan de la gastronomía mexicana pero que no quieren sentarse a comer garnachas de mercado, si no que esperan una versión más sofisticada de ellas.
Su cocina está dividida en lo tradicional y las propuestas de Don Cenobio, para desayunar, comer o cenar. En la carta también hay especialidades para el fin de semana y todo esto se puede hacer acompañar por un trago de tequila o un coctel preparado con ese licor.
Lo ideal es visitar La Cueva de Don Cenobio después de realizar La Experiencia Casa Sauza, así que has tu reservación en https://www.facebook.com/lacuevadedoncenobio/
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