Dos Minutos es una banda de punk argentina que desde desde 1994 es referente del punk old school latinoamericano, por eso, a 24 años de prender el slam con sus gritos de anarquía verlos en el Rooftop del C3 fue una bocanada de aire fresco que a todos nos recordó que el punk nunca murió, sino que vive con más fuerza que nunca.
Por Joanna Rubio, Fotografías de Alejandro Becerra para Kä Volta
Fue una reunión de botas militares, tenis vans y uno que otro zapato godín (ya estamos viejitos algunos de los fans), en lo que fue un concierto con poco espacio, pero que no impidió que se abriera pista al slam desde el comienzo, justo como en los viejos tiempos, cuando en las pequeñas tocadas y conciertos clandestinos en la ciudad, rebotaban los gritos de una juventud con un futuro incierto; el punk siempre será el refugio de quienes tenemos como destino un signo de interrogación.
La banda liderada por Pablo Coll subió por fin al escenario, sencillos y directos, iniciaron la noche con su ya clásica ¡Qué mala suerte!, y al grito de “Cuando yo te conocí te invite a salir: vamos a la fiesta de un amigo hay mucho escabio y mucho ruido”, comenzó oficialmente este tributo al punk en español.
Como toda banda de punk sus acordes rápidos hicieron que nadie se quedara sentado. Ruido, gritos, empujones y uno que otro vaso volando fueron parte de la coreografía que alegro la noche.
Dos Minutos es una banda que se debe ver con muchas ganas de correr y estrellarse contra la pared, su energìa en vivo y la velocidad de sus temas han convertido a este quinteto en un clásico que nos recuerda que el punk nunca se fue y que en Guadalajara, seguimos incendiando el slam, sea el foro que sea.